PATRICIO Echeverría fue uno de los empresarios más importantes que ha dado Gipuzkoa. De la nada pasó a liderar una empresa con más de 3.000 trabajadores y transformó la localidad que le vio nacer. Legazpi dejó de ser rural y Echeverría ofreció viviendas y servicios a sus empleados. Fue un empresario extraordinario, pero también hay quien le achaca haber dirigido el municipio con mano de hierro. Su vida y obra merecían un libro, pero ha sido seguramente lo controvertido de su figura lo que ha impedido que algún vecino se haya animado a escribirlo.
Ha sido un vizcaino que trabajó en su empresa el que ha afrontado el reto: durante los dos últimos años Iñaki Beldarrain ha visitado archivos y ha hablado con casi 100 personas que conocieron a Echeverría. El fruto de este trabajo es el libro que se presenta este jueves, a las 19.00 horas, en el palacio Bikuña.
Beldarrain nació en Bilbao hace 63 años, pero lleva 33 en Gipuzkoa. Trabajó en la empresa de Patricio Echeverría y la idea de escribir un libro sobre el empresario rondaba su cabeza desde hace tiempo. Hace dos años se retiró y puso en marcha el proyecto: "Viendo que nadie lo hacía y que los que conocieron a Patricio se estaban haciendo muy mayores, decidí hacerlo".
Explica por qué le atrajo tanto la figura del empresario legazpiarra. "Yo era ingeniero. Vine a Legazpi para encargarme del mantenimiento de todo el complejo y de la oficina técnica. No conocí a Patricio, pues murió cinco años antes de mi llegada, pero sí su empresa, su trabajo y su gente. La solución que dio a los problemas que fue encontrando fue lo que despertó mi admiración hacia él: para paliar la falta de agua construyó un embalse, mandó construir 1.000 viviendas para sus trabajadores, compró el salto del Urederra para traer electricidad a Legazpi, compró generadores enormes para hacer frente a los cortes de luz, construyó su propia línea de ferrocarril con distintos anchos de vía para conectar la fábrica con la estación de Zumarraga...".
Así, no es de extrañar que alrededor suyo nacieran diversas leyendas. Beldarrain destaca una anécdota cuya veracidad no está del todo confirmada. "Antes de fundar su propia empresa fue socio de Segura, Echeverría y Compañía y en 1918 se hizo con la totalidad de la misma a cambio de una cantidad disparatada: 900.000 pesetas. El mejor herrero de la fábrica hubiera tenido que trabajar durante más de 500 años para pagar dicha cantidad. A Patricio le costó mucho convencer a su mujer y, según la leyenda, para conseguirlo le dijo lo siguiente: estate tranquila, Teresa, que ganaremos lo suficiente para pagar los préstamos y comer gallina todos los días. No dijo pollo... ¿quién comería gallina vieja hoy en día? Eso demuestra que estaba seguro de lo que hacía y que por aquel entonces no era hombre de grandes caprichos".
De hecho, lo más importante para él era su trabajo. Para desempeñar el suyo, Beldarrain ha contado con la colaboración de la empresa: "Me abrieron las puertas del archivo histórico y he tenido acceso a datos a los que nadie había accedido: la contabilidad, la correspondencia privada de Patricio...". El autor ha visitado también otros archivos y ha hablado con cerca de 100 personas: extrabajadores, sindicalistas, sirvientas, familiares...
Reconoce que se ha encontrado con sorpresas, pero que su opinión sobre Echeverría no ha cambiado mucho. "Fue una persona controvertida, pues mandó mucho y durante muchos años. Eso en nuestro pueblo nunca ha estado bien visto. Además, le tocó vivir años difíciles. La guerra trajo una división y Patricio se quedó a un lado. Al igual que ha pasado con otros empresarios, el tiempo le pondrá en su sitio".
Beldarrain no ha pretendido juzgarle. "Yo he tratado de ofrecer información y contextualizar. Quiero que el lector forme su propia opinión según vaya leyendo". Él cree que Patricio fue "un ejemplo" y que no se puede hablar del empresario sin tener en cuenta la época en la que le tocó vivir. "Mucha gente optó por emigrar, pero Patricio decidió modernizar la actividad tradicional. Empezando de cero y con pocos estudios creó un imperio. Creo que es un modelo a estudiar en estos tiempos de crisis".
Los que quieran hacerlo no tienen más que leer el libro. Tiene casi 600 páginas y pesa 2.200 gramos. A lo largo de 60 capítulos estudia diversas facetas para conseguir "una fotografía en tres dimensiones". El autor añade que se puede saltar de un capítulo a otro: Patricio y la religión, Patricio y Arantzazu, Patricio en casa...