Donostia. La arena que cada año pierde la playa de la Zurriola se ha multiplicado hasta por diez desde 2008. De ahí que el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno de Madrid haya decidido costear un estudio para que un equipo de investigadores analicen cómo recuperar la arena y, también, las rocas del espigón, de modo que aguanten las embestidas del mar.
La investigación, que sale a concurso con un coste de 300.000 euros y un plazo de once meses, analizará la situación actual del arenal así como la evolución y los movimientos que han sufrido en los últimos años tanto su arena como el espigón. También estudiará posibles patologías y por qué han desaparecido rocas del dique. Además, el informe planteará alternativas de actuación.
El alcalde de Donostia, Odón Elorza, se mostró ayer satisfecho por el hecho de que la dirección de Costas abra el proceso y financie la investigación. Declaró, asimismo, que el Ayuntamiento pidió ese estudio hace un año y que, en este tiempo ya ha estado trabajando en este asunto observando, a través de fotos, la evolución del espigón y el arenal. "El estudio le dará carácter científico", señaló Elorza, que añadió que espera que pueda estar completado cuanto antes "para poder acometer las actuaciones necesarias para recuperar las rocas del espigón y la arena".
Desde que se creó la playa de la Zurriola tal y como la conocemos en la actualidad (en los años 1994-95), se fue comprobando que había pérdidas de arena de pequeña magnitud hasta el año 2007. Sin embargo, a partir de 2008 las pérdidas se multiplicaron hasta por diez. Esos datos sugieren que los últimos temporales extraordinarios han podido afectar a la estabilidad de la arena de la playa y la del espigón de escollera que la sustenta, según explicó la delegación del Gobierno de Madrid.
Por eso, el alcalde recordó que el Ayuntamiento arroja arena extra a la Zurriola todos los años para compensar la que se lleva el mar. Insistió, sin embargo, en que la arena que desaparece de las playas, también de Ondarreta y de La Concha, a consecuencia de las mareas, se mantienen en el fondo marino cercano y en la propia bahía.
Precisamente, a consecuencia de las mareas, este verano las corrientes han retirado mucha de la arena del entorno más cercano al Tenis de Ondarreta, dejando al descubierto miles de piedras incómodas para los usuarios.
Zona del tenis De ahí que el alcalde de Donostia sugiriera ayer que es posible que se acometa alguna actuación en la zona, además de la de verter los 20.000 metros cúbicos de arena procedentes de las obras del aparcamiento subterráneo de La Concha.