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"Venir a Irun cada año es para mí y mi familia algo muy especial, tenemos muchos recuerdos aquí"

Roberto Berbis tiene 59 años de edad, y aunque nació en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), lleva décadas afincado en la vizcaina Galdakao. Allí tiene la base de su negocio, el Bingo Berbis, propiedad de una familia que no falta a su cita en el ferial de las fiestas de Irun desde hace 46 años

"Venir a Irun cada año es para mí y mi familia algo muy especial, tenemos muchos recuerdos aquí"Foto: X.S.

Irun. Roberto Berbis es hijo y nieto de feriantes y sus descendientes también han continuado la tradición familiar. "El mayor va de fiesta en fiesta con su propio bingo, y la pequeña, que ahora tiene 20 años, está con mi mujer y conmigo estos días en Irun, que es algo especial para nosotros", explica.

¿Cuándo vinieron usted y su familia por vez primera a trabajar en las fiestas de Irun?

Llevo casi toda la vida viniendo aquí cada año, Irun es una de las citas fijas en nuestro calendario de ferias. Estuvimos aquí por vez primera en el año 1964, con una rifa de tablas. Consistía en vender los números para un sorteo que venían impresos en tablas, y se rifaba un regalo al momento. Aquí hemos pasado muy buenos ratos y es una ciudad que es parte de mi vida.

Este año, y obligados por las obras en San Juan y Extendida, las barracas han cambiado su ubicación a Ficoba. ¿Cómo les está yendo?

Las circunstancias obligan y había que buscar un lugar adecuado para la feria. Teníamos mucho miedo con Ficoba, porque está alejado del centro neurálgico de la fiesta, de donde están los eventos principales, como los conciertos y verbenas o el propio Alarde. El primer fin de semana fue bastante flojo, pero con los días, la gente se ha ido animando. Lo que creo que sí vamos a notar es no estar en días como hoy, que se celebra el Alarde, en el centro de la propia fiesta. No va a ser fácil que la gente baje aquí.

¿Qué solución puede tener eso? ¿Cree que Ficoba va a ser una ubicación para la feria en años venideros?

La solución sería acercar aquí la fiesta. Es decir, no podemos traer el Alarde, pero sí las txosnas o los conciertos. El espacio es muy amplio y hay sitio para todo eso. Este año la feria es más grande, hay más atracciones, y hemos funcionado bien los días en que ha habido eventos en Ficoba, como la comida de los jóvenes del sábado o la fiesta benéfica que organizó Arturo, de Gran Hermano. Ficoba es un buen sitio y puede ser adecuado para los años venideros, siempre que venga acompañado de todo lo demás.

¿Se nota la crisis en la facturación del Bingo Berbis?

La crisis económica está en la calle y en la gente, y por supuesto, nosotros también la percibimos y vivimos nuestra pequeña crisis. Esto es una cadena. Además, aquí en Ficoba, todo es más complicado. En San Juan podíamos hacer un bingo con 35 o 40 cartones vendidos, lo que te da un margen de beneficio. Aquí ha habido momentos en que hemos tenido que hacer partidas con menos de la mitad de esa cantidad, y apenas cubrimos los gastos. Hay menos gente y cuesta más que la gente baje aquí, el motivo es venir aquí. En San Juan-Etxeandia, la gente viene a nosotros de forma indirecta o directa, o pasan por allí o vienen a la fiesta y también, de paso, curiosean en la feria.

¿Disfruta usted de unas fiestas como las de Irun o no puede?

Para nosotros, las fiestas de Irun y las de allí adonde vamos son, ante todo, nuestro trabajo y nuestra forma de vida. Eso está por encima de todo. Sí disfrutamos de otra forma, en nuestros ratos libres, yendo a comer a algún sitio, o a tomar algo en los bares. Aquí en Irun, iba mucho al Baserri de José Luis, al Tres Hermanas cuando lo llevaba César, y ahora, sigo yendo a sitios como el Mari y por supuesto, a tomar quesos y picantes en el Gaztelumendi; esto último, prácticamente cada día. Y por supuesto, después de tantos años, nos gusta volver a reencontrarnos con la gente, que nos conoce y se porta muy bien.

¿Qué tienen de especial las fiestas de Irun? ¿Les gusta especialmente venir aquí?

Hoy en día, las ferias son mucho más agradables, no hay los incidentes que a veces había hace muchísimos años. La gente viene a disfrutar y a pasárselo bien. Irun para mí y para mi familia es un lugar especial, porque después de tantos años, conocemos a la gente, conocemos a los hosteleros de la zona de San Juan y además, su fiesta tiene algo muy especial. Es impresionante cómo la gente vive y siente el Alarde. Nosotros también nos hemos contagiado, en parte, de ese espíritu. Recuerdo con mucho cariño los momentos vividos aquí, como cuando vestíamos a mis hijas de cantineras cuando eran pequeñas, o los años en que gente conocida salía de cantinera, que se recuerdan para toda la vida.

¿Espera seguir viniendo aquí muchos años más?

En algún momento tocará retirarse, porque este trabajo de ir de ciudad en ciudad es duro y sacrificado. De lo que estoy seguro es de que seguiré viniendo a las fiestas de Irun, si la salud me lo permite, aunque no venga a trabajar. Este mismo año, las negociaciones con el Ayuntamiento para venir aquí a Ficoba han sido duras, y en algún momento, incluso se barajó la posibilidad de no aceptar la condiciones que se nos ponían, que eran bastante exigentes. Por suerte, se llegó a un acuerdo y aquí estamos un año más. Pero de no haber venido a trabajar, un día como hoy, el de San Marcial, mi familia y yo íbamos a estar en Irun, viendo el Alarde. Seguro.