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Poner puertas al campo

Clavos de 20 metros, vigas de cemento de 40, un millón de euros... Los afectados por el derrumbe de Merkezabal escrutan las obras de anclaje del monte Puio.

Poner puertas al campoFoto: p.e.

EN poco más de una semana, las máquinas se habrán retirado de la ladera del monte Puio y sólo restará cubrir con hidrosiembra la imponente estructura de cemento que encorseta la tierra. La ladera del monte Puio recobrará el aspecto de hierba verde que tenía antes del desastre en la trasera de la calle Merkezabal, en Aiete. Ha pasado poco más de un año desde que varias toneladas de tierra se precipitaron sobre las viviendas situadas al pie de la colina. Sus vecinos aún miran con recelo a la ladera, aunque confían en que "habrá quedado bien fijada". Ahora, después de coser el monte, esperan que el Consistorio asuma las obras de reparación de los daños causados en sus hogares por el desprendimiento. Sobre todo en los garajes subterráneos, "que están muy mal. Cuando llueve fuera, lo hace también dentro habitualmente", aseguran sus propietarios.

Ha sido un año duro, largo y no exento de incertidumbre. Los afectados por el derrumbe que el 27 de marzo de 2009 obligó a desalojar a una veintena de familias de sus hogares por unos días esperan pacientemente. Aún hoy recelan, aunque el monte Puio haya sido cosido a hierro y cemento, de que la tierra vuelva a ceder.

ayer, en junta de gobierno

Presupuesto modificado

Lo hizo por dos veces en el mismo lugar. Una primera el 7 de febrero y la segunda el 27 de marzo, afectando especialmente a los portales 34 y 36 de la calle Merkezabal. Las viviendas más bajas sufrieron importantes desperfectos, así como los garajes situados bajo las viviendas. No hubo daños personales, pero sí una desconfianza enorme hacia un monte amenazador.

Un año después, la pesadilla está próxima a su fin, pero los vecinos no terminan de creérselo. El coste de la obra -se ha dividido en tres fases- asciende a 937.589 euros. Lo más costoso ha sido el sistema de anclaje del monte, con bulones o hierros de más de 20 metros de largo que fijaban la tierra a la roca y vigas de cemento de 40 metros. La junta de gobierno aprobó ayer varias modificaciones del presupuesto inicial debido a "un conjunto de imprevistos, la complejidad de las obras y las condiciones meteorológicas adversas", que han alargado en un mes la previsión inicial de la actuación.

susto de última hora

Grietas "controladas"

Según afirma Daniel Agirre, administrador de la comunidad afectada, la aparición de unas grietas en la estructura de cemento que sujeta el monte preocuparon a la gente hace unas semanas, "pero nos han dicho que son grietas controladas".

Agirre destaca "la paciencia que han tenido los vecinos" en este "largo año de polvo y filtraciones de agua" debido a las obras de anclaje del monte y los desperfectos que en su día provocó el derrumbe y que aún hoy están por reparar.

En su opinión, aún es pronto para una valoración por parte de los vecinos: "Ahora, sin la hierba, el impacto visual es muy fuerte. Tenemos que esperar a ver cómo queda con la hidrosiembra. Nuestra seguridad parece que se ha conseguido, pero ha habido temporadas de parón y se ha hecho muy largo. A ver si terminan de una vez y empiezan a arreglar los daños particulares que sufrió cada uno".