Un Sello de identidad

Un paseo por el centro de Donostia permite comprobar la calidad y la cantidad de las vidrieras artísticas que decoran los edificios más significativos de la ciudad. La casa consistorial, la sede de la Diputación Foral de Gipuzkoa, las iglesias más importantes, los comercios más antiguos... son muchas las fachadas que lucen espectaculares creaciones de colores. Con el objetivo de contabilizar, controlar y velar por su conservación, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha elaborado un inventario con las vidrieras artísticas de Donostia.

La mayoría de los elementos catalogados corresponden a piezas decorativas de estilo modernista, pero también son numerosas las vidrieras que recurren a motivos religiosos. Además, existe un gran número de obras de arte que permanecen semi escondidas debido a su ubicación, ya que multitud de vidrieras se encuentran en el interior de edificios de propiedad privada.

El inventario de la Diputación recoge un total de 129 elementos artísticos realizados entre el siglo XIX y 1960. Tal y como explica el autor del documento, Mikel Lertxundi, sólo hay una excepción, la vidriera que se puede ver en la sede de Kutxa de la calle Garibay, una creación realizada en 1977 en base a bocetos del artista donostiarra Rafael Ruiz Balerdi.

El autor del documento explica que las primeras vidrieras provinieron de talleres de Barcelona, Munich, París y Bruselas. Pero a comienzos del siglo XX se estableció en Donostia "una de las casas de vidrieras más importantes a nivel internacional, Maumejean Hermanos, que tenía también fábricas en Hendaia, Biarritz, París y Madrid". A partir de este momento, la mayoría de las vidrieras que se colocaron en Donostia fueron producidas en la misma ciudad.

Como consecuencia, la mayoría de las obras que se incluyen en el documento pertenecen a la casa Maumejean, pero también se pueden ver algunas que fueron realizadas en talleres locales como los de Unanue y Zumalabe o la Unión de Artistas Vidrieros de Irun.

La mayoría, en el centro

Más de 100 elementos

Los más de 100 elementos que han sido catalogados por la Diputación se reparten por 51 puntos de la ciudad. La mayoría se concentran en el centro de Donostia, pero también hay excepciones como las seis vidrieras que decoran la escuela de Asistencia de Dirección ISSA (cuesta de Aldapeta 49), así como las cristaleras que se pueden ver en diversos panteones del cementerio de Polloe.

El resto de vidrieras se concentran principalmente en calles más céntricas como Zubieta, Urbieta, San Martín, Prim, avenida de la Libertad, Elcano, Okendo, Boulevard, Ramón María Lilí y avenida de la Zurriola, entre otras.

Tal y como se desprende del trabajo de Lertxundi, la razón de la concentración de debe a que "la introducción de la vidriera está ligada al crecimiento urbano experimentado por la ciudad desde finales del siglo XIX". No en vano, siguiendo las explicaciones del documento, "desde ese periodo y durante las primeras décadas del siglo XX se edificaron numerosos edificios residenciales e institucionales y se abrieron infinidad de espacios ligados al ocio como los casinos y los restaurantes y en muchos de ellos se incluyó la vidriera como un elemento decorativo que aportaba distinción".

Algunas cristaleras fueron encargadas para decorar los portales de edificios de viviendas (Zubieta 1, San Martín 9, Prim 28), mientras que la misión de otras fue embellecer las ventanas de la fachada exterior (Elcano 2, Ramón María Lilí 1, Tomás Gros 5). También destacan los comercios que lucen vidrieras de colores (Look, Ateneo subastas, regalos Oliden, farmacia Imaz Casadevante, Carasa Cilveti Lacort y Cía, Mutualia, Casa Ponsol y Casa Rodríguez).

Por último se encuentran las vidrieras de locales como el club Cantábrico o los bares Boulevard 9, Barandiaran y Bokado. La cristalera que se puede ver en este último procede del desaparecido café California. Hoteles como el María Cristina y Villa Soro también lucen maravillosas decoraciones de este estilo, al igual que el centro comercial La Bretxa, el Colegio Sagrado Corazón Mundaiz, la delegación del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro y el quiosco del Boulevard.

Instituciones

Desinterés del Ayuntamiento

El inventario de la Diputación también cataloga las cristaleras que cuelgan de las paredes y las puertas de los edificios de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, la sede de la Diputación y el ayuntamiento de Donostia.

El inventario informa de que el edificio de la casa consistorial "es rico en vidrieras", pero sobre su conservación indica que "se ha observado un notable desinterés", ya que, según señala, "muchas vidrieras están mutiladas o han sido sustituidas". Además, señala que "no existe un protocolo para la conservación del carácter del edificio".

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