E L 5 de febrero es un día grande para los beasaindarras. No en vano, es San Martín de la Ascensión: el santo que los beasaindarras reclaman como propio y que en la localidad goierritarra es conocido como San Martín de Loinaz. La fiesta de ayer fue especial, pues la Cofradía de la Morcilla celebró su 25º capítulo.
El programa arrancó a las 9.30 horas con la recepción a las cofradías invitadas y el aperitivo de bienvenida en la sociedad Bareak. Después todos los participantes desfilaron con sus trajes de gala hasta la estatua de San Martín de Loinaz. Les acompañaron los txistularis, los dantzaris y las hilanderas. Una vez delante de la figura del santo, tuvo lugar la ofrenda floral y se bailó el Aurresku de honor.
A continuación la comitiva, junto con la Corporación municipal, se dirigió a la parroquia. Al final de la misa los participantes desfilaron hasta el frontón del paseo Gernika. Allí, poco después de las 12.00 horas, se celebró el 25º capítulo de la cofradía y se nombró cofrade de honor a Francisco Etxeberria y Mikel Ayestarán.
El primero es profesor titular de Medicina Forense en la UPV, presidente del departamento de Antropología de la sociedad de ciencias Aranzadi y subdirector del Instituto Vasco de Criminología. Desde el año 2000, ha participado activamente en la exhumación de fosas de personas asesinadas y desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Además, en 2006 recibió el premio de Derechos Humanos que concede la Diputación Foral de Gipuzkoa.
En lo que respecta a Ayestarán, estudió Periodismo en la Universidad de Navarra y lleva años trabajando en Oriente Medio. Recientemente ha recibido el reconocimiento del Club Internacional de Prensa. Una vez entronados los nuevos cofrades, tuvo lugar un lunch. Finalmente, el restaurante Castillo de Olaberria acogió la tradicional comida de confraternización.
cofradía
30 años impulsando la morcilla
La cofradía de Beasain se creó hace unos 30 años, tal y como recuerda su presidente, Martín Urkiola. "A la salida de un partido del la Real, hablamos de la cofradía del vino y decidimos poner en marcha algo parecido. En Beasain se nos conoce como vagoneros, pero tenemos un producto típico: la morcilla. Para entonces el restaurante Castillo tenía alubias con morcilla en su carta".
Las primeras comidas de confraternización tuvieron lugar en el pórtico de la iglesia. Al poco, decidieron poner en marcha también un concurso para dilucidar cuál era la mejor morcilla de la comarca. Este certamen se celebra en otoño y durante los primeros años se llevó a cabo en la sociedad Bareak. "Era un acto entre amigos, pero vimos que el producto iba mejorando y los gastrónomos nos recomendaron sacar el acto a la calle. En 1994 el concurso salió de la sociedad a la plaza de Beasain", comenta.
En la actualidad la cofradía cuenta con casi 100 miembros. Entre los cofrades de honor se encuentran los cocineros Juan Mari Arzak y Eva Arguiñano, el gastrónomo Peio García Amiano, la ex Miss Euskadi beasaindarra María Oruna, la Real Sociedad, la sociedad deportiva Beasain, Marino Lejarreta, el equipo de Vaya Semanita?
La cofradía, además de organizar los mencionados actos, colabora con otras agrupaciones gastronómicas. "Solemos ir a Mungia: allí también organizan un concurso de morcillas y nosotros les ofrecemos asesoramiento. Además, hemos estado en Toledo, Barcelona, Madrid, Asturias?", enumera Urkiola.
El objetivo final es prestigiar la morcilla, pero el beasaindarra no se atreve a decir si ahora se consume más que antes. Eso sí, declara que las costumbres han cambiado. "Antes se comía sólo del modo tradicional. Hoy en día, si se me revienta una morcilla, hago un revuelto, relleno unos pimientos, hago croquetas? Por otro lado, creo que la calidad de las morcillas ha mejorado mucho en estos años", concluye.