Donostia. La asociación ecologista Eguzki denunció ayer a través de una nota pública lo que considera un nuevo incumplimiento de promesas por parte del gobierno local en referencia a la pasarela de Mompás, a cuya construcción se opone este colectivo. Eguzki recuerda que el alcalde, Odón Elorza, anunció el 21 de septiembre de 2009 que "la pasarela recibirá en un mes la DIA (Declaración de Impacto Ambiental) positiva". Y recuerda que "50 días después" de dicho anuncio, no hay "ni rastro de esta aprobación", necesaria para la ejecución del proyecto.

Además, esta asociación rescata lo que considera "un rosario de anuncios incumplidos", como el que en noviembre de 2006 hacía el propio alcalde: "Donostia contará en dos años con un paseo hasta Mompás". U otros realizados posteriormente por el subdirector de Costas o la propia ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, quien recientemente dijo que las obras para construir la pasarela se podrían adjudicar en otoño de 2009.

Tras poner de relieve la cronología de las "promesas incumplidas", Eguzki resuelve que "el capricho del alcalde por construir una pasarela hasta Mompás, además de carísimo, se ha convertido en una fuente inagotable de promesas incumplidas" y que el primer edil quiere hablar a toda costa de esta "pasarela mediática": "Se trata de mantener periódicamente en el candelero mediático un proyecto innecesario, insostenible ambientalmente y además carísimo".

Este grupo ecologista recuerda que una encuesta municipal realizada en diciembre de 2008 "ya dejaba claro que los donostiarras no consideraban necesaria esta obra, al relegar al penúltimo puesto -de doce- la pasarela de Mompás de entre las obras más urgentes para la ciudad".

una "obstinación innecesaria" Eguzki ve, por tanto, "obstinación" en llevar a cabo este proyecto por parte de Odón Elorza y el Gobierno español, "que a sabiendas de que el proyecto incumple el Plan Territorial Sectorial de Protección del Litoral, lo ha declarado, en plena época de crisis, como de interés general, único subterfugio para poder saltarse la normativa de protección de la que nos hemos dotado en el País Vasco".

Eguzki denuncia, además, que "los organismos ecologistas y partidos que presentamos alegaciones al proyecto, llevamos 19 meses esperando a que se nos conteste".