Eibar. Numerosos representantes institucionales encabezados por los diputados generales de Gipuzkoa y Bizkaia, Markel Olano y José Luis Bilbao, escenificaron ayer el simbólico acto por el que se da inicio a las obras relativas a la tercera y última fase de la variante de la carretera N-634 en Eibar.

La infraestructura, cuya primera fase comenzó a ejecutarse en el año 1991, estará concluida en el plazo aproximado de 25 meses (para finales de 2011 o comienzos de 2012).

La tercera fase de la variante de Eibar supondrá una inversión de 41 millones de euros y se ejecutará a lo largo de dos kilómetros, la mayoría de los cuales discurrirán en suelo guipuzcoano (los últimos 400 metros atravesarán terrenos de Zaldibar y Ermua, en Bizkaia).

Una vez finalizadas las obras, la nueva infraestructura absorberá el grueso de los 16.000 vehículos (el 10% pesados) que utilizan diariamente la N-634 a su paso por Eibar.

Las características El trazado de la tercera fase de la variante de Eibar comienza en la boca oeste del túnel de Arrajola. En ese punto se ha proyectado un semienlace que cuenta con un paso inferior bajo el tronco y un puente de 82 metros de longitud sobre Legarre. Este semienlace permitirá el movimiento desde los tramos anteriores de la variante (fases 1 y 2) para entrar en Eibar y el movimiento inverso.

En la zona de Amaña, la variante contará con un puente de 19 metros de longitud, una intersección en T de acceso al barrio anexo y un paso inferior. Más adelante se construirán el túnel de Amaña (245 metros) y el túnel de Katillu (185 metros), separados por un tramo intermedio de 70 metros de carretera a cielo abierto.

Una vez en territorio de Bizkaia, la variante superará las líneas de Euskotren y el río Ego mediante un viaducto de 113 metros; para concluir en la glorieta de San Lorenzo, de 48 metros de diámetro.