Lo que más le apasiona es la sensación de libertad, ser capaz de sentir que vuela cada vez que se sube encima de su bicicleta. “Lo que más me gusta del ciclismo es la sensación de libertad que me transmite; me hace sentir vivo”.
Imanol Arriortua lleva años practicando este deporte y participando en distintos campeonatos no solo nacionales, también internacionales. Desde hace medio año, y por problemas de visión, entrena y compite en el ciclismo adaptado, y también está apuntado en la ONCE, quien le ha facilitado el acceso al club.
A sus 26 años, tiene una dilatada experiencia en el ciclismo. Siendo pequeño, realizó el campus de Euskaltel Euskadi durante tres veranos mientras que, durante el año, jugaba a fútbol. Durante una temporada, aparcó la bicicleta para dedicarse a este segundo deporte pero, finalmente, con 18 años decidió volver a subirse a las dos ruedas. Y, entonces, reencontrarse con la infancia se volvió una adicción para él.
Al principio realizaba salidas por su cuenta, con un amigo esencial en su vida. Hasta que con 22 años comenzó a pedalear con el equipo Zabalgarbi cycling club (actualmente, Perseus Zabalgarbi Fortinet). Desde hace medio año, y debido a problemas de visión, también está apuntado en el ciclismo adaptado, donde está demostrando su energía imparable cuando se sube a la bicicleta.
Cofidis promesas
“El año pasado decidí meterme en el deporte adaptado, donde requería estar metido en la ONCE y fui a la captación de Cofidis promesas en Tarancón, donde me hicieron una serie de pruebas fisiológicas para valorar mi rendimiento deportivo y mi enfermedad visual.
Una vez pasadas esas pruebas y perteneciendo a la sección del Cofidis promesas esto me ha abierto las puertas con la selección Española de paraciclismo”, confiesa.
Con la selección de Paraciclismo ha realizado ya dos Copas del Mundo
De hecho, con la selección de Paraciclismo ha realizado ya dos Copas del Mundo: la primera en Ostende (Bélgica) donde consiguieron un 11º en la prueba de contrarreloj y un quinto puesto en la prueba en ruta.
La segunda ha sido en Maniago (Italia) donde ha conseguido una sexta plaza en la contrarreloj quedándose a 16 segundos del pódium e “hicimos los 8º en la ruta que íbamos a disputar, pero a falta de 500m sufrimos una avería mecánica”, explica.
Imparable deportista, Imanol Arriortua entrena con su bicicleta cerca de 15-22 horas semanales.
Imparable deportista, Imanol Arriortua entrena con su bicicleta cerca de 15-22 horas semanales, y asegura que lo que más duro le parece de este deporte es “el sufrimiento que se pasa en carrera cuando quieres sacar fuerza donde no las hay, es lo peor”. Pero sin ninguna duda, reconoce que ese esfuerzo compensa y merece la pena cuando para “a comer una palmera y el café con mi grupeta”.
De cara al futuro, su intención es seguir añadiendo horas a esta afición y seguir creciendo así personal y profesionalmente: “Me gustaría poder seguir practicando ciclismo como hasta ahora a nivel personal y a nivel deportivo me gustaría poder disputar unos Juegos Olímpicos, campeonatos del Mundo y de Europa”, confiesa.
Agradecido por las oportunidades, asegura que “cuando corría en la categoría amateur no podía disputar las carreras porque corría con una gran desventaja ya que para pilotar la bicicleta se necesita mucha vista porque las velocidades son muy altas. En ese aspecto me afectaba bastante la vista para conseguir un buen rendimiento deportivo. En cambio, como tengo un resto visual bueno desde pequeño y me he adaptado bien a la vida diaria puedo todavía entrenar sin ayuda de alguien y puedo entrenar bastante y conseguir un buen rendimiento deportivo”.