Se ha armado una buena con la publicación del nuevo disco titulado Fan, fan, fanfarria (Mamita Records, 2024) de Amparoia junto a Artistas del Gremio. Allí donde lo defienden en directo se desata la jarana. La expresiva ‘granaína’ jienense tira de los ritmos de la calle para hacer vibrar no solo a sus cuerdas vocales sino a todo un público deseoso de su llegada a la Jimmy Jazz de Vitoria-Gasteiz el 23F y, al día siguiente, a Bilbao, en la sala BBK de Gran Vía. Como cantaba hace tres décadas: “La fiesta que tiene la lleva allí. La tiene, la lleva”.

Escuchando su jaranero nuevo disco, me da, Amparo, que se ha divertido muy mucho.

-¡Sí! Me lo he pasado muy bien. Tenía muchas ganas de cambiar el concepto de Amparanoia. He ido variando bastante. Sin embargo, últimamente me había quedado en el formato clásico y quería un cambio.

Y ahí entró uno de sus dos hijos a aportar una nueva vía…

-Sí. Jugamos actualizando las bases. Y ahí aparecen Artistas del Gremio. Soy una fanática de la música balcánica y fiestera. Pensé que iba a funcionar y refrescar el repertorio.

Precisamente eso le iba decir ahora... Tiene la frescura de un primer disco cuando se cumplen 30 años de aquel primero grabado.

-¡Ay, pues qué bonito! Me gusta que lo hayas sentido así. Lo he vivido así. Tras mi disco Hipnosis colectiva, con este siento que estoy homenajeando esas canciones que no me canso de cantar en directo por cómo las recibe el público y siguen siendo actuales. Ya tengo un DJ en directo, algo que siempre había soñado. Todos son verdaderos musicazos, pero, sobre todo, me han demostrado que son muy buenas personas. Tienen compromiso y responsabilidad.

Vamos, que siente que vuelve a empezar…

-¡Sí! Es como empezar de nuevo, claramente.

En este disco, revisa algunos de sus éxitos pasándolos por circo, charanga, patchanka, banda de música de calle, guiños jamaicanos, gitanos, balcánicos,… ¿Surgió jugando, entonces?

-Sí. Jugando... Con una pista, con un groove que nos gusta. La canción Tu ausencia, de tocarla balcánica, a mí me sonaba con un drum and bass y lo oía en mi cabeza. Mi hijo, de 25 años, y en la onda de lo que está sonando, aportaba sus ideas. Tenemos el estudio en casa y eso es un gran avance.

Con las maquetas en la mano, van luego al estudio grande.

-Así es. Vamos al profesional y ya lo tenemos avanzado. Luego, algunas canciones las hemos extendido para que tenga partes en la que poder jugar con el público, algo que especialmente me encanta. Estuvimos botando con este primer disco desde la primera maqueta. Y todos los vientos eran una realidad y aportaban nuevas ideas. Todo tomó una dimensión… Hemos hecho ocho conciertos para salir rodados y es maravilloso ver la cara de cuando entraba un tema y luego el público lo reconocía. De hecho, hemos grabado una nueva versión de Somos viento y ahí está, que se convierta en himno por segunda vez.

Somos viento evoca a días en la ciudad marroquí de Essaouira, que sé que le gusta a usted.

-Sí. Essaouira ha cambiado de cuando fui en el 94. Por otra parte, he estado recientemente en los campamentos saharauis y he decidido no volver a Marruecos hasta que el Sahara no sea libre. Es mi compromiso.

Ya hay fechas de presentación en directo: el 23F en Vitoria-Gasteiz, donde se hace la ley, y al día siguiente en Bilbao, donde se vende el bacalao. ¿Cómo van a ser los conciertos de esta gira?

-[Risas] ¡Qué bueno! Tocaremos básicamente el proyecto de Fanfarria. Hay, además, un set acústico que nos lleva a otros momentos de la trayectoria de Amparanoia. Somos quince personas en el escenario, pasándolo muy bien y con ganas de reacciones del público. El álbum ha salido el 5 de enero y ha sido nuestro regalo de Reyes. En esta gira hay caras de “no me puedo creer lo que está pasando”. Fiestón, subidón de energía garantizada.

¿Reyes? ¿Amparo es monárquica?

-[Risas] No, no. Para nada. Solo por la ilusión del 5 de enero. Magia hay. Esa noche vino el álbum con toda su magia. Nada más.

Amparo y Artistas Gremio @Rakel Lopez

¿Cómo compone?

-Yo hago muchas canciones, pero no todas quiero compartirlas. Hay amistades que me dicen: “¿Cómo no has metido tal?” Les puede gustar, pero si a mí no me ha convencido... Tiene que tener algo que contar, mucho que ver conmigo y la propuesta un nivel. Por ejemplo, el single Algo está pasando no es lo más representativo, pero sí la primera que he querido compartir por la situación social, política y económica.

El segundo adelanto del disco: La balanza.

-Sí. No me había atrevido a medio rapear, pero con esa letra a lo Dellafuente venía muy bien. Entonces, mi hijo, con un ritmo old school total, me dijo que yo hacía un guiño al hip hop, pero que seguía manteniendo mi estilo, seguía siendo yo. ¡Es muy divertido en directo!

Y llega el tercero que da nombre al disco: Fanfarria.

-Es nuestra histórica cómica, alegre, divertida… Esos son los factores del disco.

En estos tiempos se nos han ido Shane MacGowan de The Pogues y Sinead O’Connor.

-¡Menuda pena! De la muerte de los dos me enteré por las redes sociales y lo sentí mucho. Yo, cuando empezaba, iba con el pelo rapado y me preguntaban si era por Liza Minelly y yo les respondía que no, que por Sinéad O’Connor. La primera foto de promo que hice estoy con el pelo rapado porque me causó sensación con aquella cara, la voz del Nothing compares to you. Yo he llorado cantándolo. Sintiéndolo, viviéndolo... Y lo valiente que fue por denunciar la pederastia, romper la foto del Papa… A partir de ahí, la empezaron a vetar por todos los lados, se la cargaron. Creo que sufrió bastante. Estaba llamando a la muerte de alguna manera. Estaría bonito hacerle un homenaje. Estoy pensando en hacer una canción de ella.

¿Cómo sonaría ese, su mayor éxito, pasado por el tamiz de Amparanoia?

-¡Guau! Sería interesante probar... Aunque la veo más con melancolía y tristeza, en plan acústico, pero todo sería probar.

Sinéad O’Connor denunció la pederastia y usted el maltrato que sufrió: “violencia, abuso, maltrato y vergüenza”. Fue con un libro suyo en 2014.

-Ya habían aparecido otras actrices, mujeres de la farándula. Estaba latente. Sabíamos que a las mujeres se les pegaba en sus casas y que estaba normalizado y nadie se metía ahí. Por suerte, hoy la sensibilización es otra por la mayor parte de la sociedad. Repulsa. Si se ve a una pareja discutiendo en la calle se interviene: “¿Estás bien ¿ ¿Necesitas algo?” Yo lo he visto. Tenemos un problema muy grande de violencia contra la mujer y con la violencia. Es terrible que los seres humanos no hayamos sido capaces de mejorar y de solucionar nuestros problemas de forma pacífica. Es un desastre en el siglo XXI. En 2020, íbamos a estar volando por el aire y civilizados, y seguimos ensuciando el planeta, con guerras como Palestina y la violencia que nos rodea entre políticos, en una misma comunidad de vecinos, violencia en el tráfico, en la sanidad, mucho problema de salud mental por nervios y todo mezclado con las noticias falsas, los acosos mediáticos.

Amparo durante un videoclip @Rakel Lopez

Volvamos a la vibra que le caracteriza. Resumiendo, treinta años después, Fanfarria es un disco muy suyo… ¿Qué siente cuando le llega el nuevo cedé o este curioso vinilo azul a sus manos?

-Sigo sintiendo la misma emoción y miro que se haya impreso todo bien, que no haya ninguna errata y lo regalo a mi gente más cercana, que sé que les va a hacer ilusión. Y queriendo saber qué les ha parecido y les digo: “cuéntame, cuéntame...” Y deseando que una vez que ha salido el disco a la venta el público nos diga cuáles son sus favoritas porque ya quiero tocar las canciones en directo. Llevarlas al día al día.

Canciones


Amparo Sánchez nos da un titular de cada una de las canciones de su nuevo disco:


-Fanfarria: Declaración de intenciones y mucha y pura alegría”.


-Que te den: “Es una nueva versión antigua, pero moderna”.


-Buen rollito: “Más rumbera, más andaluza, más flamenca”.


-Algo está pasando: “ Sentimiento de los tiempos que estamos viviendo”.


-La ausencia: “Un homenaje a los Balcanes pasados por drum and bass”.


-En la ciudad: “El reggae, dub, en todas las ciudades”.


-Me lo hago sola: “Una canción que tenía olvidada y que me hace mucha ilusión recuperar”.


-La balanza: “Es Amparo 100% en estos dos últimos años”.


-La verdad: “Una manera de despedirnos de un público que siempre nos sobrepasa con su amor”.


-Somos viento (en directo): “El deseo de que se convierta en un himno para sentirnos más libres y más unidos”.