Daniel Sancho, asesino confeso del cirujano Edwin Arrieta y también autor de su descuartizamiento, está actualmente preso en la cárcel tailandesa de Koh Samui. Es más, las pruebas reunidas en su contra durante la investigación explican que el chef español es el autor del crimen. En estos días, existe un amplio debate sobre las condiciones de vida de la cárcel en la que se encuentra el hijo de Rodolfo Sancho.

Según han revelado en el programa 'Así es la vida' de Telecinco, el centro penitenciario en el que a día de hoy se halla Daniel Sancho no será su destino definitivo. Las informaciones más recientes indican que, a lo largo de todo el proceso judicial del cocinero en Tailandia, este podría ser trasladado a otra prisión, conocida con el nombre de Nakhon Si Thammarat. Por lo que se sabe de sus instalaciones, esta reúne unas condiciones más duras en comparación a las de la cárcel donde está actualmente preso Sancho. Se ubica al sur del país, a dos horas de Koh Samui, en una región muy próxima a Sura Thani.

De acuerdo con las informaciones que han filtrado desde el espacio televisivo, la posible nueva prisión a la que será enviado Daniel Sancho dista mucho de parecerse a Koh Samui. Al parecer, debido a la falta de espacio, hay un único baño para todos los reclusos, que deben usar a turnos. Además, cada preso cuenta solamente con tres mantas en su estancia allí: una debajo para dormir, la segunda a modo de almohada y la otra para cubrirse.

Su rutina actual

Daniel Sancho, durante estas últimas semanas en Koh Samui, ha estado compartiendo celda junto con otros cuatro reos. En el interior de la cámara, todos duermen hacinados en el suelo y son vigilados constantemente por el personal sanitario del centro penitenciario. Asimismo, son expuestos a un examen psicológico diario.

El cocinero español comienza su rutina diaria a las seis de la mañana. Dos horas más tarde, los prisioneros pueden salir al patio para despejarse, lugar en el que, curiosamente, son obligados a entonar el himno nacional tailandés. Tras media hora al aire libre, los presos retornan al interior para llevar a cabo el segundo recuento. A las 8:30 de la mañana proceden a desayunar, dentro de las tres comidas diarias de las que disponen.