Hace ya unos días, saltaba la noticia del asesinato de un cirujano colombiano, Edwin Arrieta, que habría muerto presuntamente a manos de Daniel Sancho durante unas vacaciones que ambos estarían disfrutando en Tailandia, y desde entonces no han dejado de salir nuevos detalles a la luz sobre lo que podría haber ocurrido aquel fatídico día. 

El joven chef ya ha pasado su segunda noche en prisión, concretamente en la cárcel de Koh Samui, situada en la isla tailandesa de Samui, a donde llegó después de que un juez ordenara su ingreso inmediato, y donde deberá permanecer en aislamiento para cumplir con el protocolo sanitario Covid.   

Su abogado, el letrado Khun Anan hablaba sobre su defendido este pasado martes y aseguraba que Daniel Sancho se encuentra “relajado” porque “sabe lo que ha hecho”, sin embargo, parece que este centro penitenciario no será el destino último del joven que probablemente sea trasladado a una prisión de Bangkok, la capital del país asiático, para que pueda ser asistido por las autoridades consulares españolas desde allí. 

Daniel Sancho durante su traslado a la prisión de Koh Samui. SOMKEAT RUKSAMAN / EFE

LAS PRIMERAS PETICIONES DE DANIEL SANCHO

Daniel ha pasado su segunda jornada en prisión y ha querido hacer algunas peticiones desde la cárcel de Koh Samui, según ‘El Programa del verano’, en concreto ha querido pedir tres cosas. 

El hijo de Rodolfo Sancho habría pedido que le llevasen una comida mejor que la que le están dando en la actualidad, también habría solicitado alguna medicación para poder tranquilizarse, algo que contrasta con las declaraciones de su abogado que aseguró que el chef se encontraba bastante “relajado”, y también habría pedido poder hablar con su familia

LA POLICÍA TAILANDESA PODRÍA ACUSAR A DANIEL SANCHO DE ASESINATO PREMEDITADO

Tal y como informa el medio ‘The Bangkok Post’, Daniel Sancho habría desvelado desde la cárcel que habría presuntamente asesinado a Edwin Arrieta, el cirujano con el que viajó hasta Tailandia y al que le uniría una relación que iba más allá de lo profesional, porque lo tenía como “un rehén”, unos hechos que habrían tenido lugar durante la madrugada del 3 de agosto y que apuntan a que lo ocurrido podría haber estado premeditado, algo por lo que la policía se plantea acusarlo de este cargo.