El creador de contenido @vycandfood, popular por sus recomendaciones gastronómicas en León y alrededores, visitó hace unos días Donostia, y no quiso perder la oportunidad de disfrutar de sus pintxos para hacer una recomendación personalizada a sus seguidores.

El leonés dividió su ruta de pintxos en dos días. El primer día comenzó en Gandarias, popular por su pintxo de txuleton, aunque también disfrutó de un pintxo de foie y otro de cochinillo asado en La cuchara de Sal Telmo. "Hay que reconocer que está brutal", dijo.

La ruta continuó en Casa Vergara, donde disfrutó de los pintxos más demandados: brioche de pato y erizo de mar gratinado.

Una vez finalizada la jornada, dijo que si se tenía que quedar con un local, elegiría La cuchara de San Telmo.

En el segundo día comenzó en el bar Sport: foie a la plancha y mini hamburguesa de chuleta: "Bar Sport caballo ganador. Brutal".

La segunda parada fue en Atari Gastroleku, donde degustó los pintxos de gamba y alioli gratinado, terrina de cordero y cuscús y carrillera.

Después no pudo evitar volver a La cuchara de San Telmo, donde quiso probar el pulpo con berza y refrito de tocino y volvió a quedarse encantado.

Por último, se acercarcó a Kbezón txiki a probar los pintxos de cuscús de txangurro a la donostiarra y pulpo con puré de boniato.

Capital gastronómica

Donostia es considerada una de las capitales gastronómicas del mundo, y gran parte de su fama se debe a la tradición de los pintxos, pequeños bocados llenos de sabor que se sirven en los bares de la ciudad.

Estos pequeños manjares representan la esencia de la cocina vasca: creatividad, calidad de los productos y una presentación cuidadosa.

Cada bar en Donostia tiene su propia interpretación de los pintxos, lo que hace que elegir el "mejor bar de pintxos" sea una tarea subjetiva y desafiante.

Sin embargo, hay ciertos bares que destacan por su excelencia, tanto entre los locales como entre los turistas, y han ganado reputación como algunos de los mejores en la ciudad.

El arte de los pintxos en Donostia

Los pintxos son mucho más que simples aperitivos. Son una expresión de la cocina en miniatura, donde la tradición y la innovación se encuentran.

Los bares de pintxos de Donostia suelen estar abarrotados de gente que disfruta de un recorrido gastronómico en el que se puede pasar de un bar a otro, probando las especialidades de cada lugar.

En este contexto, destacan bares que han llevado los pintxos a otro nivel y que se han convertido en referencia, tanto para los donostiarras como para quienes visitan la ciudad en busca de una experiencia culinaria inolvidable.

Pintxos donostiarras en una foto de archivo Iker Azurmendi

¿Cuál es el mejor bar de pintxos en Donostia?

Elegir el mejor bar de pintxos en Donostia es complicado porque depende de gustos personales y de lo que se busque en un pintxo.

Sin embargo, algunos bares sobresalen en el panorama gastronómico de la ciudad. Uno de los más aclamados es La Cuchara de San Telmo, ubicado en la Parte Vieja, un lugar que se ha ganado la reputación de ser una parada obligatoria para los amantes de los pintxos.

Este pequeño bar, escondido en una de las estrechas calles de la Parte Vieja donostiarra, es conocido por su cocina innovadora y su enfoque en los sabores intensos.

La Cuchara de San Telmo ha ganado reconocimiento por su capacidad para reinventar los pintxos tradicionales con técnicas modernas y presentaciones sofisticadas. Su oferta culinaria es de altísima calidad.

Entre sus pintxos más famosos destaca la carrillera de ternera al vino tinto, un pintxo que se derrite en la boca, gracias a su cocción lenta y a la combinación perfecta de ingredientes.

También es muy apreciado su foie a la plancha, servido con una salsa dulce que contrasta maravillosamente con el sabor intenso del hígado. Además, su pintxo de pulpo a la parrilla es otra de las delicias que se han vuelto imprescindibles para quienes visitan el bar.

La Cuchara de San Telmo se caracteriza por una carta rotativa que mezcla ingredientes de temporada con técnicas modernas. Cada pintxo está pensado al detalle, desde los sabores hasta la presentación, lo que hace que la experiencia sea única.