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Arantxa OquiñenaGerente de Casa Eceiza

Casa Eceiza: "Un postre es sinónimo de emocionar, disfrutar, compartir o recordar"

Arantxa Oquiñena, gerente de la firma, destaca que la clave de su éxito es que ha evolucionado sin perder sus raíces

Casa Eceiza: "Un postre es sinónimo de emocionar, disfrutar, compartir o recordar"N.G.

Casa Eceiza se ha erigido en un emblema tanto en las cartas de los restaurantes como en las mesas de los hogares de Euskadi y, también, a nivel estatal. Con el tiempo, la firma se ha adaptado a las necesidades que marcan las tendencias sobre formatos y sabores, pero manteniendo siempre su origen y esencia a base de pilares sólidos como la calidad e innovación. Arantxa Oquiñena, su gerente, opina que esa es, precisamente, una de las principales fortalezas de la compañía: el respeto por la tradición sin perder de vista el futuro.

¿Cómo fueron los inicios de la empresa?

Eceiza surge como pastelería en la localidad de Tolosa, hace ya más de un siglo, en 1924, de la mano de la familia Eceiza. En aquellos primeros años nacen nuestras emblemáticas Tejas y cigarrillos de Tolosa, que poco a poco se convierten en un referente en Gipuzkoa, impulsados por el éxito que tienen en los principales asadores de la localidad. Hoy en día estamos presentes en las cartas de muchísimos restaurantes de Euskadi y del Estado, y también somos líderes en lo que al consumo en el los hogares se refiere.

¿Qué es lo que hace especial a un postre?

Para nosotros, un postre es sinónimo de emocionar, disfrutar, compartir o recordar. Nuestros sabores, texturas y materias primas tienen un único fin: que el consumidor, tras degustarlos, transmita su placer. Si es así, el compromiso y los objetivos de Casa Eceiza se cumplen. No nos olvidamos, por otro lado, de la forma de elaboración, con las mejores manos y mucha experiencia. Asimismo, queremos despertar en nuestros clientes sus recuerdos de antaño, transmitiendo cariño y adaptándonos al mercado y a los gustos de los nuevos consumidores. En Casa Eceiza intentamos cubrir cada detalle, desde la elección de los ingredientes hasta la presentación del producto final, y que cada postre tenga alma y cuente una historia.

¿Cuál considera que es el secreto del éxito de Casa Eceiza?

El secreto está en mantener la esencia. Hemos sabido evolucionar sin perder nuestras raíces, combinando la tradición artesanal con la innovación y la búsqueda constante de la excelencia. Nos mueve la pasión por lo que hacemos, el compromiso con nuestro entorno y la fidelidad a nuestros valores: calidad, honestidad y cercanía. Sin olvidarme del equipo humano que compone la empresa, que desde las 5.00 horas comienzan con la elaboración de nuestros productos. Sin ellos nada de esto sería posible.

Las tejas y cigarrillos siguen siendo la seña de identidad de la compañía, ¿verdad?

Sin duda. Son nuestro origen y todavía son el corazón de nuestro negocio. Son productos muy reconocibles, elaborados con ingredientes sencillos (almendra, mantequilla, azúcar y clara de huevo), pero con un saber hacer que se ha transmitido de generación en generación. Hoy seguimos produciéndolos con el mismo mimo, aunque también hemos incorporado nuevas variedades y formatos. La receta no ha cambiado, sí la forma de elaborarlos en nuestro obrador de Lizartza, en formatos hechos para que puedan ser consumidos en cualquier lugar del mundo.

Además de este postre, ¿qué otras especialidades tiene la casa?

En los últimos años hemos ampliado nuestra gama con postres cremosos, tartas y productos de temporada, como turrones o helados, además de una gama de galletas y pastas que ha tenido muy buena acogida. La innovación constante nos permite adaptarnos a las nuevas tendencias y ofrecer productos tanto para el hogar como para la hostelería, siempre con el sello Casa Eceiza.

¿Qué características tiene su materia prima?

Seleccionamos cuidadosamente nuestra materia prima, priorizando siempre la calidad, el origen y la cercanía. Se valoran los ingredientes al máximo nivel y en la medida de lo posible apostamos por proveedores locales. Las mantequillas, los frutos secos o las coberturas de chocolate son productos fundamentales para garantizar el sabor auténtico que nos caracteriza.

¿Cuál es la relevancia que posee el producto local?

El producto local es nuestra razón de ser y parte de nuestra identidad. Creemos en una economía circular que refuerce el tejido empresarial de Gipuzkoa y de nuestro entorno. Apostar por lo local no solo reduce el impacto ambiental, sino que crea vínculos más sólidos y genera confianza en el consumidor. Además, la colaboración con cadenas como EROSKI nos permite dar máxima visibilidad a este compromiso con el territorio y democratizar las innovaciones que lanzamos al mercado.

¿Qué objetivos se marcan a corto plazo?

Nuestro objetivo es seguir creciendo de manera sostenible, consolidando nuestra presencia en el mercado estatal y potenciando la exportación. Continuar aportando soluciones gastronómicas a nuestros clientes, mientras innovamos en formatos y recetas, pero sin perder la esencia del buen hacer que nos define. También estamos reforzando nuestras políticas de sostenibilidad y eficiencia energética en nuestro obrador, a través de la reducción de residuos, la utilización de materiales reciclados, la disminución de la huella de carbono o el consumo de energía verde.

¿Cómo valora su unión con EROSKI?

La colaboración con EROSKI comenzó hace más de dos décadas y ha ido fortaleciéndose con los años. La valoramos muy positivamente. EROSKI ha sido y es un aliado estratégico que nos ha permitido acercar nuestros productos a miles de hogares vascos y de otras regiones. Compartimos la misma filosofía: poner en valor lo nuestro, cuidar el entorno y ofrecer al consumidor productos de confianza. Destaco que es una unión basada en la seguridad, en la colaboración y el respeto mutuo.