Karlos Arguiñano volvió a dejar claro este martes que la cocina sencilla puede ser igual de deliciosa que la más elaborada. En su programa, 'Cocina Abierta', sorprendió con un plato ligero y fácil de preparar: un salteado de judías verdes con setas.
Mientras lo cocinaba, recordó que había probado esta receta hace poco en el restaurante Hika, una bodega de txakoli situada en Villabona.
Allí trabaja el chef Roberto Ruiz, también originario de Beasain, quien dirige un proyecto que Arguiñano calificó "sobresaliente", destacando no solo la calidad de la cocina, sino también al equipo y el entorno único entre viñedos. Según el chef, allí "se come como Dios manda".
Hika Bodega es txakolinería situada en el barrio Otelarre de Villabona, en pleno valle del río Oria. "Tienen un equipo de diez y unas vistas maravillosas", señaló el chef, antes de invitar a sus espectadores a visitar el restaurante: "Si no habéis ido, id, porque me lo vais a agradecer".
Encuentro entre vino y gastronomía
En pleno corazón de Villabona, rodeada de viñedos y con unas inmejorables vistas al monte Ernio, se levanta Hika Bodega, un espacio que va mucho más allá de la enología.
En este enclave único conviven la tradición vitivinícola del txakoli con una propuesta gastronómica de primer nivel, liderada por el chef Roberto Ruiz bajo el sello HIKA by Roberto Ruiz.
Una trayectoria impecable
Roberto Ruiz no necesita presentación en la cocina vasca. Tras dirigir durante más de 25 años el emblemático restaurante Frontón de Tolosa, él y su equipo han emprendido una nueva etapa en Hika Bodega.
Su experiencia y su manera de entender la gastronomía se han trasladado a este espacio, en el que tradición y modernidad se dan la mano.
Identidad vasca
El concepto de HIKA by Roberto Ruiz se basa en la cocina del paisaje: recetas sencillas, directas y honestas que ponen en valor el producto local y de cercanía.
Cada plato está pensado para ensalzar lo mejor de la cultura vasca, con elaboraciones breves pero muy cuidadas, donde la calidad y la autenticidad son los grandes protagonistas.
El restaurante se integra en la bodega de txakoli, creando una experiencia completa que une gastronomía y enología en un mismo lugar.
El ambiente es cercano y agradable, pensado para que el comensal se sienta como en casa, mientras disfruta de la gastronomía y del paisaje.
Todo ello en un espacio confortable, con un servicio atento y unas fabulosas vistas a los viñedos y al monte Ernio que elevan la experiencia sensorial.
Un proyecto gastronómico de referencia
Con Hika Bodega, Roberto Ruiz ha sabido crear un proyecto en el que tradición, paisaje y modernidad se combinan en perfecta armonía. Un lugar que honra a la cultura vasca y al mismo tiempo se abre al futuro, donde cada visita se convierte en una celebración de los sabores auténticos y del entorno que los inspira.