La carne asada seca no es culpa del horno, es culpa tuya
Estos son los pasos a seguir si no quieres que este electrodoméstico te juegue una mala pasada
Cuando preparamos un plato con cierta elaboración, buscamos que el resultado sea igual o incluso mejor que el de un restaurante. Esto ocurre, sobre todo si es una preparación a la cual dedicamos varias horas de nuestra mañana o tarde, como es el caso de los platos asados. Es muy importante el proceso de cocción, pero también cómo los preparemos.
Se suele pensar que cuando una carne queda seca después de un cocinado en el horno es culpa precisamente de este electrodoméstico, pero no es así en todos los casos, ya que de la elaboración previa, dependerá que el asado quede más o menos jugoso.
El truco para descongelar pan y que quede como recién horneado: mejor que en un restaurante
En multitud de ocasiones recurrimos a agregar grasas como aceite o mantequilla a nuestro asado, para así evitar que nos quede seco. Pero siguiendo estos pasos, podemos lograr un buen asado bien jugoso.
Deja atemperar la carne entre 20 minutos y media hora
Dejando el producto a temperatura ambiente entre 20 minutos y media hora, conseguimos varias ventajas que no obtendremos si el producto está recién sacado de la nevera al meterlo en el horno. Por un lado, evitamos que el frío frene la cocción y que de esta manera el calor se distribuya bien por el producto, por ejemplo un pollo asado. Además, evitaremos que las fibras de la carne se contraigan por el cambio brusco de temperatura, algo que hace que la carne quede más dura.
Sella la carne para evitar que pierda sus jugos
Si vas a hornear una pieza de carne, lo mejor es sellarla en la sartén. Esto conseguirá crear una capa dorada en la piel que evitará que la carne pierda sus jugos y se mantengan dentro. También ayudará a potenciar los sabores de la misma.
Controla la humedad de tu horno
En la primera parte de la cocción, conviene tapar nuestra preparación con papel de aluminio o con una tapa (especial para introducirla en el horno). Esto nos ayudará a controlar la humedad, para que el asado quede más jugoso. En la segunda parte del cocinado, se puede quitar la cobertura para que se termine de cocinar, así como dar un toque crujiente y dorado a la preparación.
Ten cuidado con la temperatura del horno
Este paso no tiene que ver con tener cuidado con excederte en la temperatura del horno, que también, sino con precalentarlo bien (unos 20-30 minutos) y evitar abrir la puerta constantemente durante el cocinado, para conseguir una temperatura estable en todo momento.
Sazona la pieza en seco
Al seguir estos pasos no hace falta que agregues ningún tipo de grasa a la pieza de carne, es por ello por lo que puedes sazonarlo en seco. Esto potenciará el sabor de la carne. Dependiendo del tipo de carne y los gustos de quien la cocine, puedes agregar todo tipo de especias y hierbas.
Es difícil, pero deja reposar la carne
Aunque lo común es comer el asado recién sacado del horno, hay que esperar un tiempo (5-10 minutos) para hincarle el diente, pues esto permitirá que los jugos de la propia carne se distribuyan por toda la pieza.
Con estos sencillos pasos lograrás un mejor resultado en tus asados, consiguiendo deleitar a tus comensales con unos platos más sabrosos, jugosos y dignos de un gran asador.