La receta de la semana: buñuelos de cereza con crema de vainilla
Las cerezas están en su mejor momento: rojas y jugosas, listas para ser las protagonistas perfectas de un postre diferente, vistoso y lleno de sabor
Estos buñuelos de cereza, crujientes por fuera y suaves por dentro, es una receta perfecta para esta época, y es que acaba de empezar la temporada de la cereza. Como curiosidad, conservan su rabito intacto para que puedas comerlos de un bocado. En esta ocasión, la idea es acompañarlos con una delicada crema de vainilla líquida.
Ingredientes (para cuatro personas)
Para los buñuelos
- 24 cerezas maduras pero firmes y con los rabitos intactos
- 100 g de harina de trigo
- 1 huevo mediano
- 120 ml de leche entera (fría)
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de aceite vegetal (o mantequilla derretida)
- Aceite vegetal para freír (cantidad suficiente para freír en profundidad)
- Azúcar glas para decorar
Para la crema de vainilla líquida
- 250 ml de leche entera
- 1 yema de huevo
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita rasa de maicena (opcional, para dar una textura más suave)
- 1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla de buena calidad)
Elaboración
Lavar bien las cerezas, sin quitarles el rabito, y secarlas completamente.
Para retirar el hueso sin dañar la cereza ni el rabito, utiliza una pajita rígida, una varilla fina o una herramienta para deshuesar cerezas. Introduce la herramienta desde la base de la cereza (la parte opuesta al rabito) y empuja suavemente hacia arriba hasta que el hueso salga. Asegúrate de que la cereza quede entera y el rabito no se desprenda. Reserva las cerezas deshuesadas sobre papel absorbente.
Para hacer la masa de buñuelos, mezclar la harina con el azúcar y la pizca de sal en un bol. Añadir el huevo, la leche fría, el extracto de vainilla y el aceite (o mantequilla derretida).
Batir con varillas manuales o eléctricas hasta obtener una masa homogénea, suave y sin grumos. La consistencia debe ser espesa pero fluida. Cubrir el bol y dejar reposar la masa en el frigorífico entre 15 a 30 minutos.
Calentar abundante aceite vegetal en una sartén honda o cazo, a fuego medio-alto. La temperatura ideal es de 170 a 180 °C (se puede comprobar introduciendo una pequeña cantidad de masa; si sube lentamente y burbujea, está lista).
Sujetar cada cereza por el rabito y sumergirla completamente en la masa, asegurando de que quede bien cubierta. Dejar escurrir el exceso de masa y colocar la cereza en el aceite caliente.
Freír pocas cerezas a la vez, para que el aceite no se enfríe. Cocinar hasta que estén doradas por todos lados, aproximadamente de1 a 2 minutos.
Retirar los buñuelos con una espumadera y colocar sobre papel absorbente.
Espolvorear con azúcar glas justo antes de servir.
Para preparar la crema de vainilla líquida, en un cazo calentar la leche junto con la vaina de vainilla abierta a lo largo (o el extracto) hasta que comience a hervir suavemente. Retirar del fuego y deja infusionar 5 minutos.
En un bol pequeño, batir la yema con el azúcar y la maicena hasta obtener una mezcla lisa.
Verter la leche caliente (sin la vaina) poco a poco sobre la mezcla de yema, sin dejar de batir para evitar que se cuaje.
Volver a verter todo en el cazo y cocinar a fuego muy bajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera o espátula, hasta que la mezcla espese ligeramente. Debe quedar con una textura de crema muy ligera, no espesa como una natilla.
Retirar del fuego y colar si se desea una textura más fina. Reserva templada o caliente.