La patata y el boniato son dos tubérculos ampliamente consumidos en Gipuzkoa, cada uno con sus particularidades nutricionales. Aunque en términos generales comparten ciertas similitudes en cuanto a macronutrientes, presentan diferencias que pueden influir en la elección dependiendo de las necesidades individuales y los objetivos de salud.

La patata y el boniato tienen un contenido energético similar, siendo ambos relativamente bajos en calorías cuando se preparan de forma saludable (hervidos, asados o al vapor).

En términos de carbohidratos, ambos aportan cantidades moderadas, lo que los convierte en buenas fuentes de energía para deportistas o personas activas.

Sin embargo, la patata destaca por tener un ligero aporte superior de proteínas en comparación con el boniato. Esta diferencia, aunque no especialmente significativa, puede ser relevante en dietas donde se busque un mayor consumo proteico. Por otro lado, el boniato contiene algo más de azúcares naturales, lo que le aporta un sabor más dulce, característica que puede influir en su versatilidad en recetas dulces o saladas.

Vitaminas y minerales

Las diferencias más notables entre ambos tubérculos se encuentran en su perfil de micronutrientes. El boniato es particularmente rico en vitamina A en forma de betacarotenos, un potente antioxidante que contribuye a la salud ocular, el sistema inmunitario y la piel. Esta característica le otorga al boniato su característico color naranja.

Por el contrario, la patata es una mejor fuente de potasio, un mineral esencial para la función muscular y la regulación de la presión arterial. Este mayor contenido de potasio puede ser especialmente beneficioso para personas con alto desgaste físico o que buscan prevenir calambres musculares.

El boniato también destaca por tener un mayor contenido de fibra en comparación con la patata. Esta fibra favorece la salud digestiva, regula el tránsito intestinal y contribuye a una mayor sensación de saciedad, aspecto clave en dietas de control de peso.

Antioxidantes y compuestos bioactivos

El boniato sobresale por sus antioxidantes, especialmente en sus variedades de color naranja intenso o morado. Estos compuestos protegen las células del daño oxidativo, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.

La patata, en menor medida, también contiene antioxidantes, aunque estos suelen estar más concentrados en la piel, por lo que se recomienda consumirla con ella para maximizar sus beneficios.

Boniatos

¿Cuál es más saludable?

Teniendo todo esto en cuenta, no se puede afirmar que uno sea claramente superior al otro; tanto la patata como el boniato tienen propiedades destacables que los convierten en alimentos saludables dentro de una dieta equilibrada.

La elección entre ambos dependerá de las necesidades nutricionales específicas, las preferencias de sabor y los objetivos personales. La patata, con su mayor contenido en potasio y proteínas, puede ser preferible para personas que buscan mejorar el rendimiento físico o reponer electrolitos. El boniato, en cambio, será más adecuado para quienes deseen potenciar la ingesta de antioxidantes, fibra o vitamina A.

Incluir ambos alimentos de forma rotativa en la dieta es una estrategia inteligente para aprovechar sus beneficios complementarios y mantener una alimentación variada y saludable.