El descenso y la salvación de la temporada 2006/2007 sigue dando que hablar. Aquel mes de junio los últimos en descender a Segunda fueron el Celta y la Real Sociedad, e in extremis se salvó el Athletic, rival el martes del Barça en la Supercopa de Arabia Saudí.

La actitud del Athletic en el ‘caso Olmo’, que ha recibido junto a Pau Victor la cautelar urgente del CSD para poder ser inscritos, ha irritado en Barcelona. Tanto que uno de sus expresidentes, Joan Gaspart, ha amagado con lo que sería una bomba de consecuencias incalculables que no solo afectaría al club de Ibaigane: “Hace unos años el Bilbao se iba a Segunda División y al final no se fue...”

“Yo era vicepresidente de la Federación Española de Fútbol y me llevaré a la tumba lo que pasó”, quiso Gaspart amagar pero no dar en el programa Solo para Culés, de El Chiringuito.

“No pasó nada, que se salvó de milagro”, añadió después ante las preguntas del resto de contertulios a que explicara lo que pasó, aunque ya de vuelta a esta semana, sí aseguró que ante la reacción tibia del actual mandamás culé, Joan Laporta, ante las palabras de su homólogo bilbaino, Jon Uriarte, el Athletic ha tenido “suerte de que el presidente sea Laporta, porque si soy yo, salimos hoy en el New York Times en portada”.

Las grabaciones de 2008

Las declaraciones del que fuera presidente de la RFEF entre 2004 y 2017 han empezado a levantar una polvareda que va a más y vuelve a traer lo sucedido en 2007, cuando el Celta y la Real acompañaron al Nástic de Tarragona a Segunda División.

Con su victoria, el Levante había logrado la salvación matemática la penúltima jornada y llegaba libre a San Mamés. El Athletic tenía 37 puntos, el Celta 36 y la Real, que precisaba ganar en Mestalla (el choque acabó 3-3) y una carambola, 34.

El Athletic se salvó y vigueses y realistas se fueron a Segunda en una jornada que había dejado ya un halo extraño. No hubo que esperar mucho tiempo: en un año, el programa Sport CV de la cadena Popular TV del Mediterráneo desveló en diciembre 2008 una conversación entre el presidente del Levante Julio Romero, y el jugador Iñaki Descarga, en el que hablan de la venta del partido de Bilbao.

“Ahora todos quieren la prima. Está metida en una caja fuerte. Si tú ves el partido no se puede decir que el partido esté amañado”, dice el futbolista, que encuentra la complicidad del mandamás levantinista: “Se diga lo que se diga, nosotros tenemos que decir que fuimos a ganar el partido”.

El propio futbolista pregunta a su presidente, según la grabación: “¿Porque esto lo saben arriba, en la Federación?, ¿Lo sabían ya, no? Yo creo que hasta el árbitro”.

Entonces la RFEF estaba presidida por el exjugador del Athletic entre 1971 y 1981 Ángel María Villar, y según el presidente del Levante, sabía lo que había: “En la Federación nos hemos encargado de que Villar lo sepa también, para decir, vamos a ver, no es que te vaya a dar nada, pero sí que, a lo mejor, le estás diciendo: cuidado con nosotros, no estamos en contra de los tuyos, no hemos ido a por ti a muerte, para que lo sepa”.

Ángel María Villar, en una imagen de archivo. EP

E incluso el propio dirigente mediterráneo especuló sobre las consecuencias de la ruptura del hipotético pacto y que el Levante ganara en San Mamés: “¿Qué pasa si rompo el pacto y voy a muerte? Primera, que quedamos mal porque no hemos cumplido lo que habíamos dicho y ya tienes un enemigo a muerte para toda la vida, el Athletic, ¿eh?, y luego, ¿qué haces si la cumples? Que has quedado como un señor y te deben un favor, aunque se haya cobrado un dinero”.

Sin "contenido penal"

La Fiscalía General del Estado analizó la denuncia, a la que la Real incorporó la confesión de Jesuli cuando era jugador del Tenerife sobre la venta del partido contra el Málaga, que en la primera carrera por el ascenso terminaría por perjudicar a la entidad realista.

El Ministerio Público dijo que al tratarse la Liga de un negocio privado, no veía "claro el contenido penal", por lo que derivó los expedientes a las fiscalías de Bilbao y Tenerife.