El Madrid necesita ganar para sellar el liderato

Enterrar un momento inesperado de inestabilidad y cerrar como primero la fase de grupos de la Liga de Campeones es el objetivo del vigente campeón de Europa en su primer bache del curso tras un exceso de confianza en Leipzig y un atasco colectivo frente al Girona, con la obligación de ganar en un partido propicio para rescatar la autoridad perdida ante un rival, el Celtic, que no se juega nada. Sin la tensión competitiva que demanda una competición del nivel de la Champions, el tropiezo no alejó del liderato al equipo de Carlo Ancelotti, por los deberes bien hechos previos para estar ya clasificado a octavos de final con dos jornadas por disputarse, pero devolvió emoción al último capítulo de la fase de grupos. Nada que un triunfo no pueda solucionar ante un rival que solo se juega el orgullo. El Real Madrid será primero de grupo cosechando el mismo resultado que su perseguidor, Leipzig, a un punto de la cabeza. Y, para ello, Ancelotti debe dar un giro a varias dinámicas negativas en las que se ha adentrado su equipo en los últimos compromisos, con una pérdida de poderío físico debido a un calendario de locura y una fragilidad defensiva por la falta de intensidad de jugadores que, aunque muchos no lo quieran, comienzan a pensar en el Mundial y los riesgos de una lesión a tan pocos días de una cita que nadie quiere perderse.