Menuda tardecita la de este sábado.. Empezó la cosa a la hora de comer, con el Valladolid ganando al Getafe y poniendo tierra de por medio. Se torció aún más el día dos horas después, cuando el Elche doblegó al Sevilla en el Martínez Valero. Y la guinda, agria esta a más no poder, llegó en el Ramón de Carranza de Cádiz, donde el Eibar encajó una derrota de las que meten miedo. El cuadro armero ya ocupa puestos de descenso. Y, lo que aún es peor, parece inmerso en una espiral peligrosa a más no poder, cuyo final no se atisba precisamente cercano. Todo le sale mal.

Este sábado por la tarde, en un duelo directo por la permanencia, entró bien al partido. Se adelantó incluso, aunque el gol de Sergi Enrich fue anulado por mano. Y a partir de esta decisión arbitral todo fue volviéndose en contra. Llegó el gol de Álvaro Negredo antes del descanso. Llegó el penalti de la segunda parte, fallado por Marko Dmitrovic. Y las opciones de puntuar fueron esfumándose mientras el reloj del marcador avanzaba impertérrito hasta el minuto 95. Dijo Mendilibar el jueves que hacían falta cuatro victorias más para salvarse. Ahora ya, cuatro victorias en doce partidos. No es fácil para un equipo de la zona baja vencer el 33% de sus encuentros. Sobre todo cuando le estás pidiendo sumar en dos meses y medio el mismo número de triunfos que has conseguido en los seis previos. No pinta bien el asunto.

Buen arranque

En la primera parte, el conjunto eibarrés salió más fuerte, buscando a sus puntas desde los primeros minutos y poniendo en apuros a la defensa del Cádiz en sendas acciones de Sergi Enrich y Kike García. Precisamente Sergi Enrich, justo antes del cuarto de hora, batió al argentino Jeremías Ledesma poco antes del cuarto de hora, pero el colegiado anuló el tanto porque su remate de cabeza lo desvió el propio atacante con la mano. Acto seguido marcó Salvador Sánchez Salvi con un disparo cruzado pero tampoco subió el electrónico por fuera de juego previo.

Poco a poco fue creciendo el Cádiz y mermando la presión del Eibar. El conjunto de Álvaro Cervera se manejó mejor y en una buena acción con centro del uruguayo Luis Alfonso Espino, Álvaro Negredo, de cabeza, logró el que a la postre sería el tanto definitivo. No tenía más remedio el Eibar que buscar un cambio de marcha. Los hombres de José Luis Mendilibar avisaron pronto tras el descanso con un disparo de Bryan Gil que se marchó fuera. Pero su mejor ocasión fue un penalti por mano de Juan Cala.

La pena máxima se convirtió en un duelo de porteros. Conan Ledesma salió airoso al adivinar el disparo del serbio Marko Dmitrovic (minuto 55), que ya sabía lo que era marcar en la presente Liga. Hace unas semanas convirtió desde el punto de los once metros el gol que puso en ventaja al cuadro azulgrana ante el Atlético de Madrid, encuentro que terminó con derrota tras la remontada colchonera.

Como Negredo no pudo sentenciar tres minutos después, el Eibar intensificó su empuje en campo contrario en pos del empate. El factor del juego a balón parado ganó enteros. El equipo guipuzcoano tuvo sus opciones, aunque también tuvo la suya, clara, el hondureño Anthony Choco Lozano, pero el Cádiz finalmente supo resguardar un triunfo clave para el equipo local.

El Eibar mira ahora a un complicado horizonte cercano, pues sus próximos tres encuentros se las traen. La semana que viene recibirá al Villarreal en Ipurua y, justo antes del parón, visitará al Athletic en San Mamés. En el regreso del campeonato, a primeros de abril, tocará viajar a Valdebebas para jugar contra el Madrid.