Igualados con el Real Madrid

La Sociedad Deportiva Eibar sigue haciendo historia entre los grandes y ayer, por primera vez desde su nacimiento hace 76 años, el conjunto azulgrana consiguió puntuar en el Santiago Bernabéu (1-1). Los de José Luis Mendilibar, incluso, se pusieron por delante en el marcador durante unos diez minutos gracias al gol inicial de Fran Rico, pero Gareth Bale marcó para el Real Madrid y llevó al marcador la misma igualdad que se vio durante el partido.

A estas alturas, todos los seguidores armeros saben que este Eibar consigue competir siempre. Sin excepción. Puede ganar, perder o empatar, pero da la cara en todos los partidos y nunca traiciona su estilo. Y tampoco lo hizo en el Bernabéu. El conjunto armero derrochó intensidad y, lejos de encerrarse en su área, presionó a su rival en casi todo el campo y siempre que pudo buscó sin miedos la portería de Keylor Navas. Aunque, eso sí, no pudo crear tantas ocasiones de gol como los madridistas.

En el centro del campo, el novedoso trivote formado por Escalante, Dani García y Fran Rico lideró a un equipo tácticamente muy ordenado, pero que a veces dejó demasiado solo a Enrich.

Los azulgranas, además, se aprovecharon de la ansiedad de un rival que venía de cosechar tres empates consecutivos y que necesitaba ganar para mantener el liderato.

El atrevimiento del Eibar cogió desprevenido al Real Madrid en los primeros compases del choque. A los seis minutos, Fran Rico remató un centro perfecto de Pedro León desde la derecha y conmocionó al coliseo blanco.

La ventaja armera, sin embargo, apenas duró once minutos. Hasta que Cristiano Ronaldo puso un centro en bandeja a Gareth Bale para que, también de cabeza, empatara el partido.

Las ocasiones para los dos equipos no terminaron ahí. El Eibar no pudo aprovechar un par de córners para crear peligro, y después Lejeune evitó que el balón llegara a Ronaldo enviando un centro a saque de esquina. El portugués no tuvo su día ante la portería de Riesgo y expresaba claramente su frustración en cada fallo.

Sin goles El Real Madrid aceleró el ritmo del partido en los primeros minutos del segundo acto y al Eibar le tocó sufrir. Los blancos reclamaron dos penaltis sin mucho fundamento, y Morata -sustituto de Benzema- anotó un gol justamente anulado por fuera de juego. La mejor ocasión de los madridistas, sin embargo, volvió a estar protagonizada por Gareth Bale, que estrelló un potente remate de cabeza contra la portería defendida por Asier Riesgo. El debarra pasó un último susto cuando, en su intento de despejar un balón, Mauro Dos Santos remató hacia su propia portería el esférico, aunque el cancerbero del Eibar pudo atajarlo sin problemas.

Sin el juego de Modric ni el corazón de Ramos, el ímpetu del Madrid fue languideciendo y el Eibar vivió un final del partido bastante plácido.

Los de Mendilibar no solo mantenían el balón lejos de su área, sino que buscaban la portería madridista. Por ejemplo, Ander Capa, uno de los más destacados ayer, protagonizó varias arrancadas estériles por falta de rematador. El Eibar llegaba al área rival, sí, pero una vez allí no conseguía culminar la jugada y tampoco pudo inquietar demasiado a los madridistas.

El resultado final es que el Eibar fue capaz de puntuar por primera vez en su historia ante el Real Madrid. Y en el estadio de los blancos. Lo de este club ya no es un sueño, ni un milagro, ni tiene por qué reducirse a unos partidos para disfrutar. El Eibar está cada vez más asentado en Primera División y su presencia no tiene fecha de caducidad. Es uno más, e incluso puede competir con los grandes. Ayer lo demostró jugando de tú a tú a todo un campeón de Europa, en igualdad. Con intensidad y con buen juego.