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Izaro Zubeldia
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Nos encontramos en una de las zonas más señoriales del donostiarra barrio de Gros. En ella, se ubica este edificio construido en 1.925, que hace gala de buen gusto y una alta calidad constructiva, dotado de estructura de hormigón y con una fachada acabada en piedra arenisca de calidad, donde se destacan sus ornamentaciones y detalles que nos evocan la exquisitez de la cuidada factura arquitectónica de la época. Desde sus elegantes portal y vestíbulo, accedemos a través de un ascensor de época perfectamente mantenido y actualizado, a esta amplia y luminosa propiedad.
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Nos encontramos en una de las zonas más señoriales del donostiarra barrio de Gros. En ella, se ubica este edificio construido en 1.925, que hace gala de buen gusto y una alta calidad constructiva, dotado de estructura de hormigón y con una fachada acabada en piedra arenisca de calidad, donde se destacan sus ornamentaciones y detalles que nos evocan la exquisitez de la cuidada factura arquitectónica de la época. Desde sus elegantes portal y vestíbulo, accedemos a través de un ascensor de época perfectamente mantenido y actualizado, a esta amplia y luminosa propiedad.
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Nos encontramos en una de las zonas más señoriales del donostiarra barrio de Gros. En ella, se ubica este edificio construido en 1.925, que hace gala de buen gusto y una alta calidad constructiva, dotado de estructura de hormigón y con una fachada acabada en piedra arenisca de calidad, donde se destacan sus ornamentaciones y detalles que nos evocan la exquisitez de la cuidada factura arquitectónica de la época. Desde sus elegantes portal y vestíbulo, accedemos a través de un ascensor de época perfectamente mantenido y actualizado, a esta amplia y luminosa propiedad.
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