La reapertura del Museo del Bardo, uno de los mejores del mundo sobre las culturas mediterráneas, así como del Tourbet (mausoleo) de la Medina de Túnez el año pasado son dos excusas más para visitar esta ciudad, capital de la república del mismo nombre.
Anfiteatro de El Djem.
Igor Galo
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Avenida Bourgiba y la Torre del Relo,j en la ciudad moderna.
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Callejuela de Sidi Bou Said, pueblo cercano de Túnez capital fundado por andalusies.
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Callejuelas de La Medina, un museo vivo donde se mantiene la tradición de los zocos.
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Comercio de venta de chechias, sombrero masculino típico de Túnez.
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Calle cercana a la Medina de Túnez capital, patrimonio de la Unesco.
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Detalle de una calle de Sidi Bou Said.
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El Djem, anfiteatro romano del siglo II, y el segundo mayor del mundo tras el coliseo romano.
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El Ribat de Monastir fue escenario del rodaje de 'La Vida de Bryan'.
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Kasbah de Túnez, en la zona alta de la Medina.
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La Mezquita Al-Zeituna, epicentro de la Medina, rodeada de comercios.
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La Medina cuenta con cientos de monumentos escondidos en sus callejuela.
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Mausoleo de Bourgida, primer presidente de la República tunecina en Monastir.
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Mosaico romano en el Museo Nacional del Bardo, uno de los más importantes del mundo en las culturas mediterráneas.
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Café Mrabet, un lugar muy frecuentado por locales y visitantes.
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Museo arqueológico de El Djem, que alberga una reconstrucción de un domu romano.
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Playa y puerto deportivo de Sidi Bou Said con vistas al golfo de Túnez.
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Puerta de Francia, plaza de encuentro entre la Medina de Túnez y la ciudad francesa.
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Ribat de Monastir, junto al paseo marítimo.
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Ribat de Monastir, fortaleza desde la que los monjes soldados vigilaban el mar.
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Tourbet El Bey, panteón de los principales gobernantes musulmanes de Túnez.
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Vista al Mediterráneo desde un restaurante de Sidi Bou Said.
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