Ane Etxezarreta (Beasain, 1995), dejará la Real Sociedad después de diez temporadas. Durante su etapa en Zubieta ha conseguido ganar una Copa, varios subcampeonatos y disputar la Champions League en Anoeta. Ahora, con su futuro por decidir, deja el club de su vida tras haber recibido la insignia de oro y brillantes.
¿Ha asumido que ya no es jugadora de la Real?
Todavía no lo he asimilado del todo, no. Han sido muchos años en la Real, y creo que las vacaciones me van a venir muy bien para estar más tranquila y descansar. A partir de ahora miraré las cosas con perspectiva y lo asimilaré más fácil.
¿Cómo vivió el último partido?
Con mucha pena por acabar de esa manera, pero no me quedo con el resultado. Me quedo con otras cosas que valoro más como el proceso al completo.
¿Le dio muchas vueltas a que ese sería su último encuentro como txuri-urdin?
Por supuesto. Siempre le doy muchas vueltas a las cosas y, en este caso, éramos varias las que dejábamos el equipo. En mi caso, y después de tantos años, para ayudarme a asumir la situación de que no iba a seguir, pensé en varias ocasiones en que sería el último partido. Creo que eso también puede ayudar a disfrutar al máximo de los últimos momentos.
En la anterior jornada recibió la insignia de oro y brillantes del club. No se han concedido muchas.
Fue un absoluto orgullo, y la considero como un reconocimiento al trabajo de todos estos años. Es algo muy bonito y fue muy emotivo sentir el calor de los aficionados en Zubieta por última vez. Una de las cosas que más me ha llegado de mi etapa en la Real.
"El fútbol camia tanto de un año para otro que no te permite pensar a largo plazo"
Le recordarán como una jugadora que defendió diez años la camiseta de la Real. ¿Pensó alguna vez que llegaría tan lejos?
No, porque además el fútbol de un año para otro cambia tanto que no te permite pensar a largo plazo. Siempre debes mirar a corto plazo, y cuando entré en el club no pensé que pudiera quedarme diez años. Va todo muy rápido y tienes que darlo todo día a día. Es así como llegan las cosas, poco a poco.
¿Cómo recuerda su llegada a la elite del fútbol?
Estuve dos años en el Oiartzun KE en Segunda División y, al terminar la segunda temporada, en la que conseguimos el ascenso a Primera, fue cuando me llamó la Real. Recuerdo esa etapa con mucho cariño y fueron dos temporadas que disfruté muchísimo. Solo pensaba en disfrutar y ganar todos los partidos. Ahí exploté como jugadora.
¿Le sorprendió la llamada de la Real?
Por una parte sí, y por otra no. En ese momento el club no tenía cantera, y entonces solía coger jugadoras de los clubes convenidos. Yo ya había estado entrenando con ellas alguna vez y no fue una sorpresa como tal. Recibí la llamada con mucha ilusión, pero, una vez analizas la situación, es verdad que ya entrenaba con ellas y los años que hicimos en Oiartzun fueron buenísimos.
¿Tardó mucho en tomar la decisión?
En el fondo tenía claro que tenía que aceptar la propuesta, pero es verdad que venía de ser muy feliz en Oiartzun y habíamos conseguido el ascenso. Me daba pena no ser parte del equipo en Primera, pero me paré a pensar y dije es una oportunidad que probablemente no vuelva a ocurrir, porque tenía el sueño de mi vida en mis manos.
Una vez en la Real, tanto usted como el club han vivido una progresión constante.
Sí, en muchos aspectos, como la cantera. Cuando llegué solo existía el primer equipo y ahora hay hasta cuatro. En cuanto a los entrenamientos, también hemos vivido un proceso de mejoría en la calidad, los tiempos, horarios, comer con el equipo… Se han mejorado muchísimas cosas desde que llegué a Zubieta. Si quieres profesionalizar un ámbito, tienes que apostar por él, y es una cosa que la Real está haciendo muy bien.
Ha estado en los que para muchos han sido los mejores momentos de la historia de la Real.
Así es. Me siento muy feliz y realizada de haber estado presente en la Copa de la Reina o en varios subcampeonatos. Ha sido una etapa que no se había vivido antes y ha sido muy especial para la afición también, que merecía vivir grandes momentos.
¿Cómo recuerda la Copa de 2019?
Como algo realmente especial, y de principio a fin, no me puedo quedar solo con la final. Desde el lunes anterior hasta pasados varios días viví una sensación muy bonita. Mucha gente se involucró en la preparación, y a la vuelta nos esperaron muchos aficionados. La ilusión que se creó tanto en el equipo como en la afición fue muy grande. Es un momento que nunca olvidaré.
Después vino la Champions. Son momentos para contar con el paso de los años, ¿no?
Por supuesto. No esperábamos llegar a la final de la Copa de 2019 y terminamos ganándola. No esperábamos quedar segundas en la Liga y lo hicimos. Jugar la Champions en Anoeta contra el Bayern de Múnich fue precioso y tengo la suerte de poder decir que estuve allí.
Ha sido una pieza importante para diferentes entrenadores.
Bueno, al principio recuerdo que se apostó más por otras jugadoras, aunque sé que confiaban en mí. Con el paso del tiempo, he visto más confianza y estoy muy agradecida por todas las oportunidades que he tenido.
¿Recuerda algún partido en especial? A veces no destacamos tanto la labor más defensiva.
Me quedaría con el partido que hice yo y todo el equipo en la final de 2019 en Granada. Defensivamente estuvimos muy bien, y eso que el Atlético era superior y creó varias ocasiones. Si no fue perfecto, estuvo cerca.
También ha marcado varios goles.
Así es. Para ser defensa, aunque empecé de pivote, he marcado alguno. Me quedo con el de la semifinal de la Copa ante el Sevilla en Anoeta.
"La decisión la tomó el club. Fueron ellos los que decidieron seguir con el proyecto sin mí, y es verdad que, después de tantos años, una se lo podía esperar"
¿En qué momento toma la decisión de dejar la Real?
En realidad la decisión la tomó el club. Fueron ellos los que decidieron seguir con el proyecto sin mí, y es verdad que, después de tantos años, una se lo podía esperar. Quizás haya sido por la edad y el momento. Los ciclos siempre se acaban.
¿La edad pudo ser la razón?
No lo sé al 100%, sería una pregunta que tendría que responder el club.
En las últimas temporadas varias jugadoras de casa han dejado el equipo. ¿Cómo se lo explica?
Creo que no hay una respuesta concreta. Como en la vida, en cada etapa hay que tomar diferentes decisiones, y no creo que haya una razón especial.
¿Cuál recordará como su momento favorito como txuri-urdin?
El año del subcampeonato fue, sin duda, la mejor época. Fue el año en el que más se confió en mí, y conseguimos hacer el segundo mejor año de la liga regular del club. Me sentí muy bien y fue cuando más valorada me sentí en todos los aspectos.
Como toda deportista, también habrá vivido peores épocas.
Muchas, el deporte no es un camino de rosas. Los dos últimos años, y en concreto este, han sido muy duros. Es una parte que nos toca vivir a los deportistas. Vivimos en un mundo en el que hay muchas personas y cada una tiene su forma de pensar. No siempre puedes salir ganando, y como peor momento en el club me quedaría con este último año.
¿Cómo ve el futuro del club? Se está asentando en los puestos de arriba.
La Real está muy bien colocada para seguir en ese camino y que muchas jugadoras quieran venir. Se han dado pasos muy grandes, pero todavía quedan algunos para que el club esté donde realmente tiene que estar.
Más allá de la Real, el fútbol femenino también ha vivido un auge.
Lo más importante para las futbolistas ha sido firmar varios convenios colectivos, aunque tengan flecos que todavía se pueden mejorar. Gracias a ellos, ha mejorado el fútbol femenino, pero queda mucho por hacer y hay que seguir invirtiendo para crecer. Hay más para hacer que para decir. Ha habido momentos que no se han aprovechado correctamente para dar pasos hacia delante, y creo que hay que seguir luchando porque las jugadoras y la Liga nos lo merecemos.
Queda camino por recorrer.
Sin duda. Siempre hay cosas por mejorar y la apuesta por el fútbol femenino, por ejemplo, está en proceso de crecer.
¿Qué intenciones tiene de cara a la próxima temporada?
No lo sé, pero tengo intención de seguir jugando, porque, después de tantos años, quiero dejar el fútbol con una buena sensación, y no es la que me llevo de este año.
Entiendo que se siente bien.
Sí. Aunque este año no haya podido demostrarlo, me he visto al nivel de mis compañeras y tengo un buen rendimiento que dar.