La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha reaccionado positivamente a la iniciativa europea de establecer aranceles al vehículo eléctrico chino para que así todos “puedan jugar en las mismas condiciones”. La Comisión Europea ha comunicado hoy su intención de imponer aranceles de hasta el 38,1% a este tipo de coches importados desde China, al considerar que los fabricantes del gigante asiático gozan de una ventaja “desleal” por los subsidios que reciben de Pekín y que esto distorsiona el mercado y perjudica a los competidores europeos.
Según la iniciativa, estos aranceles no se impondrán de la misma manera para todas las empresas: SAIC tendrá que abonar un 38,1%; Geely, un 20%, y BYD, el mayor grupo chino, un 17,4%. Estos porcentajes se suman al 10% genérico que ya pagan al entrar en Europea. La decisión llega un mes después de que Estados Unidos elevara estos mismos aranceles al 100% y después de que, en septiembre, la Comisión Europea pusiera en marcha una investigación sobre las importaciones de vehículos eléctricos de batería procedentes de China.
Las autoridades europeas han llegado a la conclusión de que la cadena de suministro de vehículos eléctricos "se beneficia, en gran medida, de subvenciones injustas en China que representan una amenaza claramente previsible e inminente a la industria de la Unión Europea”. “Nuestro objetivo no es cerrar el mercado de la UE a los vehículos eléctricos chinos, sino garantizar que la competencia sea justa”, explicó el vicepresidente de la Comisión y máximo responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.
La investigación de la Comisión Europea incluyó a las empresas BYD, Geely y SAIC, pero además Bruselas pretende imponer un impuesto medio del 21% a los fabricantes chinos que cooperaron en el análisis pero que no se incluyeron en él y del 38,1% a los que no colaboraron. En cambio, esta tasa no afectará a la producción de vehículos eléctricos que esas empresas fabrican en plantas situadas en la UE, porque los coches no se importan.
Los aranceles deberán entrar en vigor a más tardar el 4 de julio, de forma provisional, y de forma definitiva en noviembre. La medida, además requiere de la aprobación de los Estados miembro: Francia lidera a los países que quieren implantarla, Alemania abandera la oposición y, mientras, la Comisión Europea quiere seguir negociando con China una solución.
El gigante asiático no ha tardado en reaccionar al anuncio y el Ministerio de Comercio ha urgido al Ejecutivo comunitario a corregir de inmediato sus “prácticas erróneas” y a abandonar adecuadamente las fricciones económicas y comerciales a través del diálogo y la consulta. Las autoridades chinas criticaron con dureza la decisión de Bruselas, que consideró “infundada y proteccionista”. Asimismo, ha apuntado que la industria china de vehículos eléctricos se siente “decepcionada” y se opone también firmemente a esta medida, que consideran un ataque a la competencia justa y al desarrollo verde.