La sociedad para la promoción de cooperativas Elkar-Lan promovió el año pasado 140 compañías de economía social en Euskadi, lo que supone el 81% del total. El ritmo de puesta en marcha de iniciativas de trabajo asociado apoyadas supera así los números de 2018, justo antes del covid. Esta vuelta a la normalidad refleja la fortaleza de la economía vasca, que está en estos momentos bajo la presión de la guerra en Ucrania y su impacto en los precios, las cadenas de suministro y el incremento del precio del dinero, que afecta a la financiación de los nuevos proyectos.

Todo ello en un contexto de ralentización de la economía, condicionado también, mirando hacia atrás a corto plazo, por el fin de la pandemia. A pesar de todos esos obstáculos "estamos contentos", ha subrayado esta mañana el presidente de Elkar-Lan, Iñaki Nubla, en la presentación en Bilbao del balance de la sociedad. La mayoría (120) de las cooperativas generadas el año pasado responde al perfil de trabajo asociado, pero también hay 13 de consumo -sociedades que generan energía y la comercializan-, cinco de vivienda -cooperativas para la construcción de pisos- y dos agrarias que comercializan en grupo la producción de varias explotaciones.

Sectores

En cuanto a los sectores, la mayoría (43) se crearon en el área de servicios y la construcción concentra 26 iniciativas. Después, la hostelería ha lanzado 15 cooperativas, dos más que las de energía, y el comercio acumula seis. Vivienda, agricultura y actividades inmobiliarias empatan a cinco y alimentación, segmento eléctrico-electrónico, telecomunicaciones y textil han impulsado cuatro sociedades. Transporte (3), máquina-herramienta (2) y automoción (1) completan el bloque.

Por territorios históricos, el 45% de las nuevas iniciativas apoyadas por Elkar-Lan tienen su sede en Gipuzkoa, en concreto 63 cooperativas. Muy cerca, Bizkaia ha registrado 57 y Araba aporta un 14% del total, 20 sociedades.

Previsiones

En cuanto a la evolución de la actividad de Elkar-Lan este año, su presidente ha explicado que el ritmo está siendo más bajo en los primeros cinco meses. En un contexto de bajo desempleo en Euskadi, aunque la creación de empresas en general no responde siempre a la necesidad de garantizar ingresos, "si el mercado absorbe el empleo", el emprendimiento se mueve "por debajo" de lo habitual.