Kutxabank batió el año pasado su récord de beneficios, con 510,7 millones de euros, un 54,5% más que en 2022. El impulso de los tipos de interés, los créditos a familias y empresa, junto con el crecimiento en áreas de negocio como los seguros y los fondos de inversión han sido las claves de un ejercicio sobresaliente. El examen de la ralentización se supera por tanto con la mejor nota posible. La dinámica, con matices, es similar a la del conjunto del sector bancario estatal.

Sin embargo, en el caso del banco de las antiguas cajas de ahorro de la CAV el 60% del resultado alimentará la obra social de BBK, Kutxa y Caja Vital. Las tres fundaciones bancarias ya han recibido un dividendo de 306 millones de euros, el más alto de la historia y un refuerzo sin precedentes para la obra social.

El resultado ha sido calificado de “muy bueno” por el presidente de la entidad financiera, Anton Arriola, quien ha destacado el importante valor que genera Kutxabank para la sociedad en su conjunto. “Nuestra función es aportar valor económico y social, promoviendo el desarrollo de las empresas y de los particulares. A ello nos dedicamos las 5.000 personas que trabajamos en Kutxabank”, ha añadido.

En este sentido, el grupo financiero vasco generó en 2023 ingresos por valor de 1.879,3 millones de euros. El banco ha destacado que el 70% de estos recursos ha retornado a la sociedad, un total de 1.314 millones de euros, en forma de pago a proveedores (10,9%), impuestos (23,8%), personal (18,9%) y dividendo a las fundaciones accionistas (16,3%), a las que ha abonado 306,43 millones de euros, el 60% del beneficio neto. "El resto de los recursos generados se han dedicado a fortalecer la solvencia del banco y a la sostenibilidad futura", ha subrayado en un comunicado.

En cuanto a la tributación a Hacienda, Kutxabank destinó 448 millones a contribuciones e impuestos directos, incluido el canon extraordinario aplicado al sector bancario, que supuso 47 millones de euros en 2023. 

Reforzar la solidez del banco

Según ha indicado la entidad, el 30% de los ingresos tendrá como destino capitalizar el banco -una exigencia del BCE para evitar colapsos sistémicos en la que Kutxabank es uno de los primeros de la clase- y gestionar los objetivos de crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad que prevé impulsar dentro de su Plan Estratégico. En opinión de Arriola, “es importante señalar que con estos resultados estamos fortaleciendo el banco y realizando una contribución récord a todos nuestros stakeholders”. 

También en clave de futuro, el consejero delegado de Kutxabank, Eduardo Ruiz de Gordejuela, ha puesto en valor la solidez del banco. Kutxabank se encuentra en una excelente posición para impulsar sus principales objetivos estratégicos, realizar mayores inversiones en su red de oficinas y mejorar el acompañamiento digital y personal a su clientela. Prevemos, en este sentido, continuar aumentando el número de clientes que cuentan con un gestor personal de referencia, en la actualidad son ya el 60% del total. Nuestra fortaleza nos permite continuar creando empleo de calidad y afianzarnos como un foco de atracción de talento“.

Los resultados del banco de las antiguas cajas de ahorro se apoyan principalmente en la evolución de la actividad comercial, con "subidas generalizadas en la contratación de los productos y servicios" por encima de la media del sector financiero, y del negocio típico bancario, que ha crecido un 41,3%, impulsado principalmente por el margen de intereses.

Además, Kutxabank continúa manteniendo la ratio de morosidad más baja del sector financiero, con una diferencia de 215 puntos básicos con respecto a la media. El índice era del 1,39% al final del mes de diciembre. También mantiene su sólida posición en solvencia, con una ratio CET1 phased-in del 18%, tras mejorar este índice en 43 puntos básicos durante el último ejercicio.