El final de las actividades hosteleras y comerciales ligadas a la Navidad volvió a pasar factura en enero al mercado laboral guipuzcoano y vasco. El número de desempleados aumentó el mes pasado en 1..128 personas en Gipuzkoa y 3.450 en Euskadi. La afiliación a la Seguridad Social bajó por su parte en 3.211 cotizantes guipuzcoanos y 9.757 vascos. El sector más afectado fue el de los Servicios precisamente por el fin de los contratos de la campaña navideña.

Son las claves principales de los datos que publicaron ayer los ministerios de Trabajo y de Seguridad Social y Lanbide. La dinámica en el conjunto del Estado es similar. En cualquier caso, el de enero es un paso atrás esperado y de carácter estacional, que se produce además en un momento en el que el número de personas sin empleo registradas en el Servicio Público vasco de Empleo (111.129) es uno de los niveles más bajos desde 2008. Además, la afiliación está en máximos históricos en Euskadi, con 1.003.190 cotizantes y se mantiene por encima de la barrera del millón de trabajadores.

En el conjunto del Estado, el paro aumentó en enero en algo más de 64.400 personas, un punto por debajo del dato vasco en términos porcentuales, y la lista del Sepe se situó a finales del mes pasado en 2.767.860. La Seguridad Social perdió 231.249 afiliados y el número de cotizantes bajó hasta los 20.604.761.

Frenazo en los servicios

De vuelta a Euskadi, aunque la afiliación bajó en todos los sectores, la Industria y la Construcción tuvieron el mejor comportamiento con un descenso mínimo en ambos casos de entorno al 0,4%. En el sector terciario, el comercio vasco perdió 1.500 afiliados (-1,1%), casi los mismos que la hostelería (-1.300). Sin embargo, en términos porcentuales la caída de las actividades hoteleras y de restauración fue de casi un 1,9%.

A pesar de la subida del paro en enero, en términos interanuales, el desempleo se redujo en la CAV en 1.676 personas en comparación con el primer mes de 2023, un 1,48%. Los tres territorios redujeron su desempleo en esta comparativa, con 939 parados menos registrados en Álava, 399 en Bizkaia y 338 en Gipuzkoa.

En enero el paro subió en mayor medida entre las mujeres vascas, un 4,66% más que en diciembre, lo que supone que ahora hay 2.859 desempleadas más, con lo que ya son 64.164. Entre los hombres, el desempleo subió de forma residual, un 1,27%, con 591 parados más hasta llegar a 47.065.

En el capítulo de las valoraciones, Confebask afirmó que la evolución del paro y la afiliación fue “conforme a lo previsto” en un mes de enero, pero cree que en 2024 seguirá habiendo creación de empleo. Eso sí, “algo menos intensa” que en 2023 y continuará el descenso del paro.

En declaraciones a Europa Press, el responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, destacó como “hecho positivo” una “ligera” caída del paro tanto en la Industria como en la Construcción que, aunque “no “compensa el resultado global”, sí evidencia “la solidez del empleo en estos sectores”. Por su parte, ELA afirmó que el “empeoramiento” de los datos de empleo contrasta con el “fuerte incremento” de los beneficios empresariales. A juicio del sindicato abertzale, los datos de enero marcan “una tendencia preocupante” porque el incremento del paro registrado es “muy elevado y podría no ser coyuntural”. LAB señaló que tras el descenso de diciembre, el paro aumentó en enero de forma “notable” en el sector servicios, donde “los contratos eventuales han sido sustituidos por fijos discontinuos, no por contratos fijos, aumentando la precariedad discontinua”.

En cambio, para CCOO, los datos reflejan, más allá de la estacionalidad, una “evolución positiva del mercado laboral que, no obstante, mantiene dinámicas de fondo que provocan que las mejoras se estén produciendo de una forma proporcionalmente inferior a como cabía esperar y donde los vaivenes de un mercado muy estacional continúan perjudicando a las personas más vulnerables”. UGT estimó que los datos del paro apuntan a que “la reforma laboral continúa consolidando el mercado de trabajo” en Euskadi, con un 25% de los contratos de carácter indefinido y un “récord” del número de cotizantes, por encima del millón de trabajadores.