Siemens Gamesa, filial eólica de la alemana Siemens Energy con sede en Zamudio, ha completado la venta al fondo británico de capital riesgo Bridgepoint de la participación del 32% que poseía en la asturiana Windar Renovables, uno de los líderes mundiales en la fabricación de torres y estructuras para aerogeneradores.

Para Siemens Gamesa, esta venta es lógica teniendo en cuenta su objetivo de centrarse en su negocio principal y que su prioridad es lograr la vuelta a la rentabilidad, según han explicado este jueves fuentes de la compañía, que aclaran que la firma seguirá siendo un cliente estratégico para Windar.

"Forma parte de nuestra estrategia desinvertir en actividades no estratégicas y centrarnos en nuestro negocio principal: el diseño, la fabricación, la instalación y el mantenimiento de aerogeneradores. En esto estamos trabajando para convertirnos en una empresa fiable y rentable", añade el consejero delegado de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt.

La finalización de la transacción, anunciada esta mañana y de la que no han trascendido detalles económicos por expreso acuerdo de ambas partes, supone el siguiente paso natural tras la venta del negocio de promoción de parques eólicos para el sur de Europa hace poco más de un año.

En cualquier caso, matizan desde la compañía, Siemens Gamesa seguirá siendo un cliente estratégico para Windar y continuará adquiriendo diferentes tipos de subestructuras para proyectos de energía eólica marina en todo el mundo, como monopilotes, jackets, piezas de transición y subestructuras flotantes.

El pasado mayo se conoció que Bridgepoint había cerrado un acuerdo con el Grupo Daniel Alonso y Siemens Gamesa para hacerse con la mayoría del capital social de Windar.

Por entonces, la filial eólica de Siemens Energy poseía un 32% de la empresa asturiana, mientras que el 68% restante estaba en manos del Grupo Daniel Alonso.

Distintos medios financieros cifraron la operación en más de 600 millones de euros para la toma de control de esta compañía, fundada en 2007 en Avilés, que cuenta con siete plantas de producción en España y otras tres en Brasil, India y México, dando servicio a los cinco continentes.

Meses más tarde, en octubre, la Comisión Europea aprobó la adquisición del control exclusivo de Windar por parte del fondo británico, con sede en Luxemburgo, tras valorar que "no plantearía problemas de competencia dado que las empresas no operan en los mismos mercados ni en mercados verticalmente relacionados".