El Ministerio de Trabajo ha aceptado la demanda que sindicatos y empresarios le han realizado en la primera reunión de la mesa de diálogo social que aborda la reducción de jornada laboral de trabajar de manera bipartita en esta materia, a la vez que se mantienen en paralelo las negociaciones de ambas partes con el Gobierno español.

"El Gobierno acepta este diálogo bipartito y lo estimula. Vamos a solicitarles que avancen en este diálogo bipartito, pero, naturalmente, el Gobierno caminará de manera paralela a los interlocutores sociales, convocándoles en las próximas semanas para ver cuáles son los avances de ese diálogo bipartito y cómo vamos avanzando en esta línea de alcanzar en 2025 el objetivo del programa de coalición, que es alcanzar las 37,5 horas en 2025", ha señalado el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey.

Tras concluir la reunión con los negociadores de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme que da inicio a los trabajos para la reducción de la jornada laboral en España, un hecho que Pérez Rey ha calificado de "histórico" tras cuatro décadas manteniendo la jornada semanal de 40 horas, el secretario de Estado ha subrayado que este primer encuentro se ha desarrollado en un clima "absolutamente constructivo".

En este encuentro, ha subrayado, el Gobierno español ha dejado claro cuáles son sus "objetivos finales" en esta negociación: mejorar la eficacia del registro horario y rebajar la jornada laboral semanal a las 37,5 horas semanales para 2025, tal y como está recogido en el programa de gobierno de PSOE y Sumar.

"Nuestros objetivos son que el registro horario sea un instrumento eficaz que permita a la Inspección de Trabajo actuar de manera contundente y práctica en aquellos sectores donde se producen incumplimientos y alcanzar esa reducción de la jornada a 37,5 horas en 2025. El camino que tenemos que recorrer conjuntamente para alcanzar esos objetivos es precisamente el trabajo que va a hacer la mesa de diálogo social y el que va a hacer también ese diálogo bipartito", ha asegurado Pérez Rey.

En la misma línea, los negociadores de CCOO y UGT, Mari Cruz Vicente y Fernando Luján, respectivamente, han señalado tras la reunión que no renunciar al diálogo bipartito con las patronales no implica que la mesa de negociación con el Gobierno no vaya a seguir adelante, y siempre, en todo caso, con el objetivo "irrenunciable" de reducir la jornada laboral semanal.

Así, el vicesecretario general de UGT, Fernando Luján, ha señalado que, con los objetivos "claros e inamovibles" de ir primero, en 2024, a las 38,5 horas semanales de jornada y después, en 2025, hasta las 37,5 horas, los sindicatos quieren discutir en el ámbito bipartito, es decir, sólo con los empresarios, cómo se aplica y cómo se produce esa efectiva transición desde las 40 horas semanales a las 37,5 horas.

Los representantes sindicales han indicado que de esta manera, si se consigue el acuerdo con las patronales, será "más sencillo" aplicar la reducción de jornada. "Pero esto no significa que se vaya a suspender la mesa con el Gobierno. Simplemente vamos a ver en el ámbito bipartito cómo podemos transitar de una legislación a otra de la mejor manera posible. Si llegamos a acuerdos, perfecto, pero si no, la reducción del tiempo de trabajo no está en cuestión", ha aclarado Luján.

En la misma línea, la secretaria de Empleo y Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, ha indicado que se han dado "un margen de tiempo" para abrir un diálogo en el ámbito bipartito entre empresarios y sindicatos con el objetivo de tratar de acercar posturas "cuanto antes" sobre esta materia y que el Gobierno, de forma paralela, vaya conociendo cómo va ese proceso de negociación en las reuniones tripartitas y si "encaja" con sus objetivos. "Esperamos que ese diálogo pueda dar sus frutos, pero no queremos que el diálogo bipartito sea sine die", ha añadido Vicente.

Desde el Ministerio de Trabajo, Pérez Rey ha dejado claro que el resultado final de esta negociación será el que salga de la mesa tripartita, respetando "el compromiso" que el Gobierno de coalición asumió en su programa de rebajar la jornada laboral semanal a las 37,5 horas.

Esta reducción de la jornada, ha añadido el secretario de Estado, va a afectar a más de 12 millones de trabajadores y volverá a ponerse en marcha después de que la reducción del tiempo de trabajo que iniciaron los convenios colectivos "se acabara radicalmente en 2007, en la época de austeridad con el PP". Desde entonces, ha dicho, "apenas se ha avanzado en la reducción de jornada" en una sociedad que ahora "valora más los cuidados, el tiempo libre, la productividad y la conciliación".   

CUMPLIMIENTO "ESCRUPULOSO" DE LA JORNADA Y ENDURECIMIENTO DE SANCIONES

Pérez Rey ha señalado que ha encomendado a los agentes sociales que analicen de manera detallada, por sectores de actividad, cómo se puede avanzar en la reducción del tiempo de trabajo, una materia sobre la que entiende "que hay mucho de qué hablar", algo en lo que también han coincidido los sindicatos, que quieren abordar también en esta negociación los descansos, los permisos retribuidos y las horas extras, entre otros temas.

"El debate se plantea en términos amplios. El objetivo es la reducción de jornada, pero se aborda el tiempo de trabajo y se abordan también los instrumentos necesarios para que esto no sea bisutería. (...) El Ministerio de Trabajo, desde luego, lo que no está dispuesto es a que nuestras normas, a que las normas que elaboramos con tanto esfuerzo, se conviertan luego en objetos de bisutería. Por lo tanto, hay que avanzar en la reducción de jornada y a la vez garantizar que esa reducción de jornada se cumple escrupulosamente, no sólo la que alcancemos en 2025, también la que tenemos hoy".

De ahí que Trabajo haya incorporado a la mesa de diálogo social la modificación del registro horario para que sea más eficaz y para que esa reducción del tiempo de trabajo "la puedan disfrutar los trabajadores sin que haya ningún tipo de elemento o cortapisa o fraude", ha abundado Pérez Rey.

En su opinión, las sanciones en materia de tiempo de trabajo contempladas en la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social (LISOS) "no son suficientemente disuasorias para evitar conductas incumplidoras", por lo que endurecerlas "forma parte también de las perspectivas reformadoras" del Gobierno.

El secretario de Estado ha afirmado que las partes son conscientes de que no es lo mismo la jornada en unos sectores que en otros, de que hay sectores donde la jornada tiene particularidades y otros donde se ha avanzado mucho en materia de reducción de jornada y no se verían afectados por la rebaja a 37,5 horas.