La última lectura del problema viene desde uno de los principales empleadores del país, la Corporación Mondragon. El responsable de Gestión del Talento del grupo cooperativo se enfrenta en su día a día con problemas de “atracción de talento y desarrollo” del proyecto empresarial. “Hay un desequilibrio muy fuerte entre oferta y demanda. Es una tendencia muy acusada, llevamos años con políticas de atracción de talento, desde 2016, y por muchas cosas que hagamos la presión sigue subiendo”, reconoce.

La situación se da además en una contexto en el que la “economía crece” en un “entorno muy polarizado”, porque “todavía hay desempleo, situaciones precarias en algunos puestos de trabajo, mientras en otros hay escasez” de candidatos y, por tanto, de opciones de contratación.

“Eso nos limita el crecimiento de algunos negocios. Si tuviéramos más personal iríamos a más velocidad. Si no tienes capacidad para poner en marcha determinados proyectos y tecnologías, tienes que ir más despacio”, indica Iñigo Larrea.

El problema es “complejo” y tiene diferentes aristas. Hay una “tendencia de fondo”, la crisis demográfica, y es “muy difícil darle la vuelta”, incluso si tienen éxito las políticas de impulso de la natalidad, porque tardarían años en llegar al mercado laboral. A ello se suma la falta de vocaciones STEM e incluso obstáculos ligados al atractivo de las empresas. Así que las soluciones están “a distintos niveles”. En el caso de Mondragon, el área que dirige Larrea trabaja, con acento corporativo, ayudando a diseñar respuestas a medida de cada cooperativa. “Mondragon es un ecosistema de talento y de aprendizaje. Tenemos centros tecnológicos, Universidad, centros de FP, hasta tenemos alguna ikastola. Tenemos toda la cadena de valor y podemos actuar a niveles de Corporación”, indica.

En ese frente es clave el “impulso de la estrategia dual”. Es un rasgo “histórico” del grupo cooperativo, que “nació dual” y que tiene “un recorrido muy largo en la alternancia de estudio y trabajo”. Se trata de un modelo que Mondragon tiene que “seguir explotando y alimentando para que ese desequilibrio oferta demanda sea menor”. Es un enfoque que beneficia a sus cooperativas y “a la sociedad vasca en general”.

Otra línea de actuación es fomentar “las vocaciones STEM en los y las más jóvenes”. El matiz del género es muy importante porque Mondragon tiene una gran presencia en el sector industrial y Larrea explica que las mujeres “en particular son muy reacias” a trabajar en sectores industriales, científicos y ligados a las matemáticas. El grupo cooperativo trabaja en esa línea junto a Innobasque, “pero eso es sembrar para el futuro” y las empresas sufren hoy. Por eso es necesario “trabajar con horizontes y estrategias diferentes”. Larrea destaca que el Gobierno vasco y las diputaciones “son conscientes del problema y están desarrollando acciones para movilizar y alinear este ecosistema”, pero las empresas tiene que hacer un “esfuerzo” para darse a conocer y atraer a los jóvenes. Una batalla que ya libra Mondragon.