La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca y su política económica, contrapuesta al proteccionismo localista de Donald Trump, han dinamizado tanto la actividad comercial como la implantación de empresas vascas. Así, desde 2021, año en que inició Joe Biden su presidencia, se ha registrado tres compras de empresas estadounidenses por parte de compañías vascas.

En junio de 2021, Befesa compró American Zinc Recycling, en una operación que se finalizó en 2022 por un total de cerca de 510 millones de euros. La compañía con sede en Erandio –líder a nivel mundial en el diseño, fabricación e instalación de cintas de lingoteo en la industria del alumnio primario– entró así en el negocio del reciclaje de polvo de acería. Y lo hizo además con la adquisición del número uno en EEUU en esa área industrial.

La segunda operación se anunció en enero del año pasado. Alcorta Forging (Elgoibar, 1911) amplió su presencia internacional con la compra de un forja, LC Manufacturing, en Detroit. Por último, el año pasado, Iberdrola anunció la adquisición de PNM Resources (en Nuevo México) por un importe aproximado de 6.000 millones de euros. La operación se materializará este año cuando logre todos los permisos administrativos, algo que está llevando más tiempo del previsto por la complejidad de la tramitación en ese estado del Sur del país.

En el marco de implantación, dos cooperativas guipuzcoanas del Grupo Mondragon, Danobat y Fagor Automation, anunciaron el año pasado la apertura de oficinas comerciales en Chicago. Fagor Automation quiere aprovechar los movimientos que se perciben en la industria de automoción, solar y de almacenamiento de energía para tomar un impulso en el país norteamericano. Danobat, por su parte, ha abierto también en Illinois una sede con carácter comercial, pero en la que también se podrá testar e incluso fabricar a pequeña escala máquina herramienta enfocada también en gran medida al desarrollo de la energía verde en el país.

Hace poco más de un año, Sarralle, con sede en Azpeita, abrió una sede en Alabama para respaldar su expansión por EEUU. En esas instalaciones tienen actividad comercial, pero también de ingeniería e I+D centrado en el campo del medio ambiente, energía y siderurgia entre otros.

Energía eólica

A finales de 2021, Siemens Gamesa anunció la puesta en marcha en Virginia de su primera fábrica de palas de aerogenadores marinos en Estados Unidos. También dentro del negocio de la energía verde, Haizea Wind alcanzó en marzo de este año su alianza con US Wind, ubicada en Baltimore, para gestionar y explotar la fábrica de eólica marina Sparrows Point Steel, instalada en el estado de Maryland.

En un sector tan diferente como es el de la moda y la decoración de inspiración marinera, Batela (Zarautz) ha abierto recientemente una oficina comercial en Virginia. Ingeteam ha anunciado la ampliación de su planta productiva en Milwaukee tras la decisión de la Administración estadounidense de apostar por el despliegue de una red de cargadores para el coche eléctrico. Es, por ahora, el último apunte en una lista amplia de movimientos de compañías vascas en EEUU.

Así, desde el inicio de la presidencia de Biden, se han contabilizado una decena de operaciones, según explica a Grupo Noticias la agencia vasca de internacionalización (Basque Trade & Investment).

A través de su plataforma de apoyo al comercio exterior, Basquexport, el Gobierno Vasco tiene contabilizadas a 137 empresas vascas con presencia en Estados Unidos y un total de 239 implantaciones. La mayoría (140) son comerciales y hay 99 plantas productivas.

Tras México, la primera economía mundial es el segundo destino de implantación de compañías vascas. Los principales sectores representados son las tecnologías de fabricación avanzada, la automoción, la energía y la ecoindustria (economía circular y reciclaje, entre otras), detallan desde la agencia dependiente del Grupo Spri.

El mapa de la presencia vasca en EEUU se expande por prácticamente todos los estados, con especial intensidad en Michigan –con 14 implantaciones productivas y 12 comerciales–, Florida –el principal núcleo de distribución comercial de Euskadi, con 20 oficinas y 2 fábricas– y Texas –el nodo de conexión de la actividad productiva entre México y EEUU-, que cuenta con 20 implantaciones de las que siete son fábricas.

Basque Trade&Investment destaca que la mayor concentración de las implantaciones se registra en estados del Nordeste y Lagos, si bien “recientemente se observa un mayor interés en los estados del sur dado que los mayores movimientos se están detectando en estados del Sun Belt, como por ejemplo Georgia, Tennessee, Carolina del Norte y del Sur, Florida, o Texas, entre otros”. En el mapa, el color de las implantaciones productivas se extiende sobre todo en la mitad Este del país.

Cambio de política federal

Los técnicos de internacionalización de Spri explican que en los últimos meses las empresas vascas se están beneficiando de las ayudas contempladas en distintas leyes federales para impulsar el uso de las energías renovables, potenciar la producción nacional y fomentar la creación de puestos de trabajo locales, como la Inflation Reduction Act (IRA), implantándose en EEUU o ampliando sus inversiones existentes.

Son apuestas de la administración Biden de aplicación en todo el país y que quedan por tanto al margen de las políticas de los estados gobernados por los republicanos y las pautas que guiaron la etapa de Donald Trump en la Casa Blanca.

El nuevo escenario beneficia a las empresas vascas. “Sobre todo han aumentado las inversiones en los sectores de automoción y energías renovables. Y lo seguirán haciendo, en base a las demandas de apoyo y servicios que observamos en nuestras oficinas de Washington y Nueva York”, indican desde la agencia de internacionalización del Gobierno Vasco.

En esa dinámica, las empresas de máquina herramienta también “están viendo un impulso y una mayor demanda debido a estas tendencias de reshoring –la apuesta de las compañías por llevar de nuevo la producción y fabricación de bienes a su país original– y nearshoring –producir lo más cerca posible en el caso de que la fábrica esté localizada en otro país–”.

El cambio en la presidencia en Estados Unidos ha coincidido con la apertura generalizada –económica y social– una vez levantadas las restricciones de la pandemia. En este sentido, Basque Trade indica que tras el covid se ha producido “un aumento considerable de demandas, proyectos e implantaciones”.

Movimientos variados, con una línea común, la transición energética, pero también con protagonismo de otras actividades. Las empresas vascas están aprovechando las oportunidades del nuevo escenario de desarrollo en EEUU