El colectivo de 22 trabajadores del servicio subcontratado por Bidegi y la Diputación Foral de Gipuzkoa para el mantenimiento eléctrico de las carreteras AP-1/AP-8 y N-636, que el 1 de mayo cumplirían un año de huelga, han alcanzado un acuerdo con la empresa que garantizará una subida salarial mínima del 22%.

Ha sido un año de protestas a pie del peaje de Zarautz, junto a las instalaciones de Bidegi, la sociedad pública para la que trabajaban, subcontratados, haciendo el mantenimiento eléctrico de las autopistas AP-8, AP-1 y A-636. Este viernes han dado su último concierto de despedida, una muestra de agradecimiento para los cientos de conductores con los que a diario han establecido una relación de complicidad durante los 363 días de huelga general que llega a su fin. 

Han logrado una mejora salarial del 22%, más una serie de pluses que antes no se les reconocían y se corta la “cadena de subcontratación”

Con disfraces, con instrumentos de música, pancartas, saludando desde las siete de la mañana hasta las once todos los días durante casi un año a los usuarios de la autopista AP-8. En todo este tiempo han recibido visitas de todo tipo, alumnos de la ikastola les han hecho dibujos y han sentido el calor de muchos vecinos.

Al principio ni se conocían entre ellos. Eran compañeros de trabajo, pero actuaban por parejas, de dos en dos, siempre de guardia. Repartidos en dos empresas, la UTE ITS, con 12 trabajadores, y otros diez de otra subcontrata (Gertek): 24 horas al día, siete días a la semana, y los 365 días del año, a relevos, siempre pendientes del teléfono y los avisos urgentes “para salir pitando”. Así vivían los 22 trabajadores encargados del mantenimiento eléctrico de las autopistas AP-8, AP-1 y A-636. 

Este sábado, 363 días después de la huelga general iniciada el 1 de mayo de 2022, vuelven al trabajo normal. Han logrado un aumento salarial del 22% más una serie de pluses que antes no se les reconocían y pueden elevar su salario hasta un 30% por encima de lo que ganaban antes de empezar la huelga.

Durante los 363 días que han durado las movilizaciones han hecho guardia en el peaje de Zarautz desde las 7.00 hasta las 11.00 horas

El último concierto lo han dado en la mañana de este viernes. Una forma de agradecer el apoyo a los cientos de conductores que a diario les devolvían el saludo y les tocaban la bocina de modo amigable, cómplice. Se han despedido, entre otras canciones, al ritmo de Blanco y Negro del grupo Barricada.

La lucha terminó el jueves, con la firma del acuerdo con la UTE ITS, que además integrará a los 10 operarios que prestaban sus servicios al equipo en nómina de una subcontrata (Gertek). “Uno de ellos acababa de empezar a trabajar el mismo abril de 2022, era su primera experiencia laboral, y el 1 de mayo se encontró con una huelga general”, explica el responsable sindical de ELA, Igor San José: “Han pasado frío, soportado lluvia, calor, se han relevado como han podido”, para que siempre alguien estuviese de guardia allí. 

6.000 euros más al año

Puntualmente han trasladado el lugar de su protesta a las Juntas Generales o a otros puntos, Bergara por ejemplo, también para seguir reclamando un convenio digno. El aumento salarial anual supera los 6.000 euros, hasta los 35.000 euros brutos, aproximadamente.

Igor San José, el responsable de la Construcción del sindicato ELA, hizo valoración de esta huelga. “Ha habido días buenos y malos, al final se hace largo”, pero el balance es satisfactorio, dijo. Uno de los logros de la negociación, más allá de la subida salarial, es que “se pone límite a la subcontratación, desaparece esa cadena de subcontratación” y los 22 trabajadores pasan a estar en la misma UTE. Diez de ellos pertenecían antes a otra contrata. Además, se les equipara en condiciones laborales al resto de UTE de mantenimiento de carreteras, explicó el sindicalista. 

Hoy comienza la normalidad. Atrás queda un encaje de bolillos de consideración para hacer frente a “un 50% de servicios mínimos” con el retén montado a diario para hacer visible su protesta.  l