La Comisión Europea se prepara para volver a aplicar en 2024 las reglas de disciplina fiscal europeas tras casi cuatro años suspendidas por la pandemia y la guerra en Ucrania, por lo que ayer pidió a los Estados de la Unión Europea que elaboren ya planes para reducir su deuda y déficit públicos de aquí a 2026.

Aunque los Veintisiete están todavía negociando el diseño del futuro Pacto de Estabilidad y Crecimiento, Bruselas cree que la mejora de la situación económica justifica volver el año que viene, como estaba previsto, a los límites del 3% del PIB para el déficit público y del 60% en el caso de la deuda.

Con la vista puesta en ese escenario, el Ejecutivo comunitario dio ayer directrices a los Gobiernos para que elaboren sus Planes de Estabilidad para los próximos cuatro años teniendo ya en cuenta algunos de los elementos de la futura reforma, que podría no estar aún en vigor en 2024.

“Se invita a los Estados miembros con deuda sustancial o moderada a establecer objetivos fiscales que garanticen una reducción de deuda plausible y continua o que la mantengan en niveles prudentes a medio plazo”, dice el texto presentado por el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Las trayectorias fiscales de los países tienen que garantizar además que su déficit público “no excede el 3% del PIB o se reduce por debajo” de este umbral “dentro del periodo cubierto”.