La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en septiembre en el 10%, lo que marca un nuevo récord histórico y supone una aceleración de nueve décimas respecto a la registrada en agosto, según los datos preliminares publicados ayer por Eurostat.

En septiembre se ha producido una subida generalizada de los precios, por lo que el incremento no es atribuible a una sola figura. Los precios de la energía, todavía los principales impulsores de la tasa, crecieron un 40,8% en el noveno mes del año, frente al alza del 38,6% observada en agosto.

Sin embargo, los alimentos, el alcohol y el tabaco elevaron sus precios un 11,8%, lo que supone una aceleración de 1,2 puntos frente al encarecimiento de precios del mes anterior.