La campaña científica anual Bioman, liderada por el centro tecnológico AZTI, estima para este 2022 una biomasa provisional de anchoa adulta de unas 230.000 toneladas, cifra muy por encima del valor mínimo que garantiza la sostenibilidad de la especie (21.000 toneladas).

El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, Bittor Oroz, el director general de AZTI, Rogelio Pozo, acompañados por representantes del sector han presentado este jueves los datos de la campaña de esta especie que, durante la costera 2022, ha registrado capturas por parte de los buques vascos de 6.528 toneladas con un precio medio en lonja de 1,58 €/kg.

“Los resultados confirman el buen estado del stock de la especie en el golfo de Bizkaia. Una excelente noticia que pone en valor la apuesta que durante años hemos hecho por la sostenibilidad medioambiental y del sector pesquero vasco de un recurso que da trabajo a más de 3.500 personas en el País Vasco”, ha subrayado Oroz, Viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria.

El director general de AZTI, Rogelio Pozo, ha destacado también la tendencia positiva de los resultados de estas campañas durante los últimos años y se ha mostrado optimista de cara a la costera del año que viene. "Del total de individuos de la población, el 55% de los ejemplares es de edad 1, una cifra medio alta que está por encima de la media de la serie histórica y que parece pronosticar que la costera de 2023 pueda tener también resultados positivos", ha afirmado.

La campaña se ha realizado durante el mes de mayo a bordo de los buques oceanográficos Emma Bardán y Vizconde de Eza de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y posterior análisis de muestras en los laboratorios de AZTI.

A finales de año se obtendrá la estima definitiva de la biomasa de anchoa a partir del análisis conjunto de los datos recabados no solo de Bioman 2022, sino también de las campañas Pelgas 2022, Juvena 2022 y las capturas de la costera.

Afección del cambio climático

Además, desde 2016, Bioman no solo analiza la biomasa de anchoa si no que tiene un enfoque ecosistémico. Es una apuesta integral por la sostenibilidad de los mares que evalúa además de la biomasa de los peces, su alimentación (estudio del zooplancton e ictioplancton); o su hábitat, en cuanto a depredadores (incluyendo cetáceos y aves), variables oceanográficas (propiedades físicas esenciales del agua del mar como la temperatura, la salinidad, etc.).

"En los últimos 35 años hemos observado una tendencia al alza del alimento de las anchoas. El zooplancton, y más concretamente los copépodos -que son los pequeños crustáceos que constituyen casi el 70% de zooplancton- han aumentado en un 2,4% por década, lo que es una buena noticia ya que, sin alimento, no hay pescado", afirman desde el centro tecnológico.

La campaña científica Bioman está financiada por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco y la Comisión Europea. Además, cuenta con la colaboración de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.