El Parlamento Europeo y del Consejo alcanzaron ayer un acuerdo para reforzar el control y la transparencia sobre las operaciones con criptomonedas para impedir que se realicen transferencias anónimas y otras medidas que faciliten su trazabilidad para evitar que los activos digitales sirvan para el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo.

La reforma impondrá la “regla de viaje” a todas las transferencias con moneda virtual de modo que los operadores estén obligados a recabar datos tanto del emisor como del beneficiario de la transferencia realizada, independientemente del monto de la misma al caer durante la negociación los umbrales mínimos que se contemplaron para el control.

“Las nuevas normas facilitaran que se investiguen determinadas transferencias vinculadas a actividades delictivas e identificar a la persona real que está detrás de esas transacciones”, destacó el ponente de la Eurocámara sobre el tema, el eurodiputado de En Comú Podem, Ernest Urtasun.