BBVA pidió ayer al juez de la Audiencia Nacional que indaga en los supuestos encargos ilegales de la entidad al comisario jubilado José Manuel Villarejo que archive la causa para el banco y que no acuerde una nueva prórroga de la instrucción al considerar que la misma “se encuentra agotada y debe terminar”.

En un escrito, la entidad insta al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 a no convertir esta pieza separada de Tándem “en una causa general por tiempo indefinido que, por su propia permanencia y de forma completamente innecesaria, causa un evidente perjuicio a las defensas”.

Y es que, a juicio del banco, “la investigación de unos muy concretos hechos presuntamente constitutivos de delitos de revelación de secretos y cohecho se ha transformado en una inquisición general de la vida y milagros de la entidad financiera durante los últimos catorce años”. “Esta es la forma en la que esta causa ha alcanzado la dimensión de 26 tomos con casi 9.000 folios”, sostiene.

Así, lamentan que se haya “olvidado por completo la finalidad y los límites de la instrucción” en el “proceso penal, que debe limitarse a que se practiquen las diligencias mínimas necesarias para adoptar la decisión” que el juez estime oportuna. Según BBVA, de las diligencias practicadas hasta la fecha ha quedado demostrado “que no hay conductas constitutivas de delito de revelación de secretos ni de cohecho que sean imputables” al banco “ni a ninguno de sus empleados”.

En esta pieza separada de Tándem, la número 9, el juez indaga en los contratos del BBVA con Cenyt –el grupo empresarial de Villarejo– para distintos proyectos al menos entre 2004 y 2017.