A finales del mes pasado había contabilizadas en Euskadi 117.085 personas en desempleo. Más de la mitad (61.890) son mayores de 45 años, con prevalencia de las mujeres (34.893) sobre los hombres (26.997), según los datos de Lanbide. Por género, el paro evolucionó mejor entre los hombres (-13,0%) que entre las mujeres (-9,6%). Respecto al año pasado, el saldo interanual de parados registrados en la CAV disminuyó en el año 2021 gracias a la progresiva recuperación de la actividad económica tras la retirada gradual de las restricciones por la pandemia.

No obstante, ese descenso no se reflejó en todas las franjas de edad de igual manera. La mejor evolución del desempleo se dio en la población entre 25-34 años (-19,1%), seguido del colectivo de 16-24 años (-17,7%); 35-44 años (-16,0%) y 45-54 años (-10, 1%). El colectivo que peor evolucionó es el de personas mayores de 55 años (+0,8%). Estos datos prueban que el desempleo entre los trabajadores seniors se ha transformado en un problema enquistado. A juicio de Joaquín Arriola, la pérdida de este capital humano supone, además de un problema económico, un "empobrecimiento" social.