ás de una cuarta parte de las empresas guipuzcoanas -en concreto, el 30,5%- están teniendo dificultades para contratar personal cualificado, según se desprende de la encuesta de coyuntura presentada el viernes por Adegi. La patronal guipuzcoana sitúa esta realidad en el cuarto factor de preocupación de los empresarios del territorio, por detrás del abastecimiento y precio de las materias primas, los costes laborales y el descenso de la rentabilidad de las ventas.

Esta ausencia de talento en Gipuzkoa no es una cuestión nueva, sino que es una constante que se viene repitiendo desde hace ya muchos años en las opiniones que expresan los empresarios, al comprobar las dificultades de crecimiento y aumento de competitividad que registran sus empresas por la falta de personal técnico cualificado, sobre todo de perfil industrial. La situación es de tal importancia que, si no se adoptan medidas urgentes de reversión de esta realidad, podemos encontrarnos ya en la antesala de un problema estructural con consecuencias importantes en la economía del territorio.

Es más, la propia Adegi ya ha puesto de relieve que algunos de esos 5.000 puestos de trabajo que prevé se crearán a lo largo de este año en las empresas de Gipuzkoa podrían no cubrirse, precisamente, por la ausencia de personas con alta cualificación técnica, con todo lo que ello supone para su crecimiento y desarrollo en un momento de recuperación de la economía.

Iñigo Ugarte, director general de la consultora ieTeam, que se dedica a la selección de personal y a captar profesionales de alta cualificación en el extranjero, es claro en este sentido sobre las consecuencias que la ausencia de personal cualificado está teniendo en nuestras empresas. "La falta de talento disponible puede lastrar a la industria vasca en el futuro", señala con rotundidad.

Con esta realidad, que ya es palpable, es necesario salir de la zona de confort, en donde parece que todos estamos instalados, e incorporar mayores dosis de ambición colectiva para afrontar nuevos retos de futuro en un asunto en el que, si no se pone cuanto antes coto, puede dar lugar a una pérdida de competitividad del sector industrial vasco.

Hay empresas que no han podido acometer operaciones importantes en el extranjero por no poder contar con profesionales cualificados dispuestos a llevar a cabo sa actuación. El mercado de trabajo en este segmento ha cambiado radicalmente en los últimos años. Ahora, son los profesionales los que eligen la empresa en la que quieren trabajar y no al revés, debido a la gran oferta de empleo que existe, con lo que la mejora continua en las condiciones de trabajo y de vida evolucionan también en niveles cada vez más exigentes. Algún viejo empresario describiría esta situación como falta de hambre y ambición. Probablemente, no le faltaría razón.

El diagnóstico es claro. Euskadi es una sociedad envejecida y no cuenta con las suficientes personas nacidas en el país para poder hacer frente a las necesidades que tienen sus empresas. Los profesionales cualificados que han abandonado las empresas por jubilación en los últimos años no están siendo reemplazados por personal joven recién formado porque son más los que se van que los que se incorporan.

El problema no es solo privativo de Euskadi sino que se está afectando ya desde hace muchos años a otros países como Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, etc., que están demandando personal cualificado extranjero para cubrir los puestos de trabajo de sus empresas al no poder hacerlo con profesionales oriundos. Una prueba de ello es el gran número de jóvenes vascos que, una vez concluida su formación superior en nuestros centros universitarios, se trasladan a esos países a trabajar al ofrecerles mejores condiciones laborales y de vida, así como un mayor desarrollo profesional que no encuentran en nuestras empresas.

Euskadi sigue teniendo un problema muy importante como es el que es un país que genera mucho talento pero tiene enormes dificultades para retenerlo y algo menos en atraerlo. Según el estudio Mapa del Talento en España 2020, elaborado por la Fundación Cotec para la Innovación y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la CAV ocupa la tercera posición en cuanto generación de talento, por detrás de Madrid y Navarra, mientras que a la hora de su retención baja al puesto séptimo y sube al cuarto cuando se trata de atraerlo.

Ante esta coyuntura no cabe otra posibilidad que nuestras empresas cambien de chip y se preparen para adaptarse a culturas de otros países, integrándolas en su seno con la incorporación de personas procedentes de esos lugares, ya que si partimos de la idea de que el talento es el factor más importante de crecimiento de las empresas, bueno será que habrá que ir a buscarlo allá donde se puede encontrar. Y en esto, me temo, llegamos tarde, ya que otros países, como, por ejemplo, Alemania, se han adelantado hace ya algunos años y están buscando talento en regiones como Sudamérica, en donde las pirámides poblacionales no presentan la distorsión demográfica que tienen los países europeos, disponen de mano de obra cualificada excedentaria y cuentan con un buen nivel de formación técnica.

Debemos acostumbrarnos a que en nuestras empresas podamos compartir el trabajo con ingenieros de México, Colombia, Chile o Brasil y profesionales de la informática de la India, Pakistán o Egipto, que son, precisamente, dos de los perfiles que más están demandando las empresas guipuzcoanas y donde más escasean las ofertas.

La retención y atracción de talento para nuestras empresas debe de ser considerado un asunto estratégico de país si queremos que el sector industrial siga siendo el principal contribuyente al crecimiento del PIB y al desarrollo de nuestra economía, por lo que es necesario la implantación de políticas público-privadas dirigidas a paliar las consecuencias de una situación que ya puede estar pasando factura.

Hay que seguir el ejemplo de Alemania, que ha reducido a tres semanas los trámites de residencia en el país a los extranjeros que dispongan de un contrato de trabajo, mientras que en el Estado español ese procedimiento burocrático en las mismas condiciones se alarga por espacio de seis meses, sin que exista la más mínima voluntad política por parte del PSOE de reducir ese periodo de tiempo, por lo menos a la mitad, por miedo a las reacciones sociales que pueden producirse, si se tiene en cuenta que la tasa de paro estatal sigue siendo alta, con un 13,33%.

A pesar de la ausencia de competencias en esta materia por parte del Gobierno Vasco, existen instrumentos, como son las universidades vascas, donde se puede captar talento extranjero a través de programas y cursos de formación de alumnos de otros países, en los que den a conocer la realidad de este país y hacerlo atractivo para iniciar una carrera profesional aquí. La UPV/EHU tiene una gran experiencia en este sentido a través de la Red Latinoamericana de Másteres y Doctorados, dirigida por el catedrático emérito de Derecho de esa universidad, Francisco Javier Caballero, que bien podría completarse con la incorporación de aquellas carreras técnicas impartidas por esa institución y que tanto demandan las empresas vascas. Puede ser un primer paso.

Debemos acostumbrarnos a que en nuestras empresas podamos compartir el trabajo con ingenieros de México, Colombia, Chile o Brasil