- El fabricante de componentes de electrodomésticos Copreci ha aprobado un plan estratégico que contempla hasta 2024 realizar unas inversiones de 75 millones de euros para su crecimiento y consolidación en los mercados internacionales a los que se suman los 20 millones que destinará a la I+D que incremente su competitividad.

El Grupo Mondragon, al que pertenece la cooperativa con sede en Aretxabaleta, afirmó el pasado año haber podido mantenerse en el temporal que representó la pandemia del coronavirus, aunque admitió que a algunas de sus empresas les fue mejor que a otras. Copreci se encuentra en el primer grupo, dado que su actividad enfocada a equipamiento del hogar se vio beneficiada por el confinamiento decretado.

El creciente interés de la sociedad por renovar su domicilio repercutió en los resultados de Copreci el pasado ejercicio, que cerró con una facturación de 200 millones de euros, mientras que para el presente las previsiones apuntan a incrementar esta cifra hasta los 250 millones, tras unos trimestres en los que todas las plantas han trabajado a plena capacidad, según la cooperativa guipuzcoana.

No obstante, Copreci apuesta por la cautela con respecto a la duración de este interés, y por este motivo ha optado por no reflejar estos buenos resultados en la elaboración de su plan estratégico 2021-2024, a cuya finalización confía en haber invertido los 95 millones mencionados y pasar de una plantilla de 2.100 trabajadores actuales a los 2.500 profesionales.

El fabricante de componentes se centrará en un crecimiento tanto orgánico como inorgánico. Respecto a las acciones para ganar dimensionamiento interno, en la actualidad se encuentra en proceso de modernización de sus plantas de Turquía y México. Sus planes de futuro contemplan realizar el mismo trabajo en las instalaciones de China, Italia, Estados Unidos y Chequia.

En lo relacionado con el crecimiento inorgánico, Copreci no descarta la adquisición de una empresa para incorporarla al grupo, aunque incide en la negociación con fabricantes locales de India, Rusia, Egipto o Chile.

En su sede de Aretxabaleta, por su parte, empleará los próximos años en modernizar y digitalizar la planta con el objetivo de elevar su eficiencia, mientras que también se centrará en el producto para incrementar su valor diferencial.

Se valdrá para ello de la investigación y desarrollo y, por este motivo, a los 75 millones de euros destinados al crecimiento, prevé añadir una inversión de 20 millones en actividades de investigación aplicada.

En este ámbito, la cooperativa guipuzcoana orientará su actividad a diseñar soluciones que se dirijan a sus principales ejes de fabricación. Así, apuesta por mejorar el control, la regulación y la conducción del gas, y actuar sobre el diseño, control y regulación de motores, bombas y ventiladores.

Del mismo modo, la I+D en los próximos años se enfocará hacia el calentamiento por inducción y por aumentar su capacidad de industrialización con la finalidad última de mantener su competitividad en los mercados globalizados.