- La huella del covid sigue notándose en algunas estadísticas a pesar de que la recuperación de la economía vasca se ha consolidado y el cambio de ciclo es una realidad. Es el caso del número de empresas con las que cuenta Gipuzkoa, que hoy sigue siendo inferior al que había antes de la pandemia. En concreto, un total de 20.151 compañías guipuzcoanas figuraban a finales del mes pasado en los registros de la Seguridad Social. Son 418 menos que en febrero de 2020, justo antes del confinamiento.

La lenta recuperación del tejido empresarial del territorio es un hecho que comparte con el conjunto de la CAV, donde el pasado mes se registraban 56.444 compañías vascas, 1.959 menos que en febrero de 2020, tal y como destacó ayer Confebask en su informe mensual sobre creación de empresas.

Agosto es tradicionalmente un periodo negativo para el tejido empresarial, sobre todo para los que cesan su actividad durante las vacaciones. En este caso, la economía vasca perdió 758 sociedades, más del doble que en 2020, cuando se cerraron 358 negocios. Si se busca una referencia sin la distorsión del covid, en 2019 se perdieron 370 empresas.

La tendencia ha sido más acusada de lo habitual y el mes pasado, el peor desde la anterior crisis financiera, se produjo un importante paso atrás en la recuperación de tejido productivo. Con todo, desde el mínimo de abril del año pasado, la economía vasca ha ganado un 7% de las compañías que había perdido.

Volviendo al dato de agosto, el número de firmas en Euskadi se redujo en todos los sectores. En comparación el mismo periodo de 2020, destaca la caída en el sector servicios (-3,4% y 1.592 empresas menos). Construcción (-2,9% y 149 empresas menos), e Industria (-2,8% y 185 empresas menos), también caen, pero de forma más moderada.

En cuanto al ritmo del descenso, si bien la cifra global se reduce tanto en Euskadi como en el Estado, comparando los datos de agosto con el nivel prepandemia la reducción del número de empresas se muestra algo más intensa en Euskadi (-3,3%), que en el Estado (-2,1%), explicó Confebask.

Respecto al número de autónomos en Euskadi, agosto marca un nuevo mínimo, ya que el total de autónomos se situó en 168.518, lo que supone 692 menos que en julio. En comparación con febrero de 2020, se ha reducido el número de autónomos en 1.726 personas, lo que supone una reducción porcentual del -1%.

Por último, el número de empresas vascas en concurso de acreedores en el segundo trimestre de este año fue de 63, un 8,6% más que en el mismo período de 2020, destacando las 107 empresas de servicios concursadas, un 43% más que en los seis primeros meses de 2020.

Son las sombras que persisten tras el impacto del covid. Sin embargo, en líneas generales la situación ha mejorado notablemente. Euskadi inició en septiembre de 2020 la recuperación tras los peores meses de la pandemia y esa recuperación se mantiene “con claridad” desde mayo de 2021, según se desprende del estudio EITB Data hecho público ayer.

Asimismo, Euskadi está en un nivel económico y de empleo similar al de febrero de 2020 aunque, año y medio de pandemia después, se mantienen factores de vulnerabilidad como el mayor desempleo femenino, mayor debilidad en el empleo juvenil o la temporalidad.

De esta forma, en términos generales, la crisis del SARS-CoV-2, a diferencia de recesiones anteriores, ha estado marcada por una fuerte destrucción de empleo y aumento del paro, seguida de una rápida mejora. Esta pérdida de empleo se concentró en los primeros cinco meses de pandemia (de abril a agosto de 2020). El informe concluye que en septiembre de 2020 comenzó la recuperación, que se mantiene con claridad desde mayo de 2021 y fue durante los meses de abril a agosto de 2020 cuando el paro creció en Euskadi.

La crisis del coronavirus ha tenido un impacto negativo muy importante en el mercado laboral vasco, pero las consecuencias habrían sido mayores sin el “colchón” de los ERTE. Entre marzo y abril de 2020, una de cada cinco personas afiliadas a la Seguridad Social en Euskadi (20%) estuvo en regulación de empleo, mientras que en el Estado la afectación fue algo mayor (23,4%).

El comportamiento del empleo ha sido desigual en función de las actividades económicas. Algunas han recuperado y superado el nivel precovid, como Sanidad y Servicios Sociales, Educación, Información y Comunicación, Administración Pública, Energía y agua y Construcción. Mientras, el sector primario; el comercio (mayorista, minorista y venta y reparación de vehículos); las actividades deportivas, artísticas y culturales; las actividades financieras o la hostelería siguen con menos personal.