- La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hizo ayer un llamamiento a los empresarios para sellar un “pacto contra la precariedad” y, así, cambiar una “cultura” que aún está “grabada a fuego en España”. En la segunda jornada de la Reunión del Cercle d’Economia, que se celebra desde el miércoles en Barcelona, la vicepresidenta subrayó que, aunque “la mayor parte de las empresas no acude a fórmulas basadas en la precariedad, un porcentaje elevado sí” lo hace.

Por ello, la titular de Trabajo se dirigió a este foro empresarial para trasladar un mensaje. “Ustedes son muy importantes. Tiene que haber un pacto por la industria, pero también un pacto contra la precariedad en nuestro país, que es vergonzante, y por el empleo de los jóvenes”. En esta línea, la ministra explicó que España tiene un contrato de formación “muy semejante al alemán”, pero que solo se han formalizado 8.000 contratos de ese tipo, un dato que ha dicho que le parece “vergonzante”.

“Tenemos una pluralidad de posibilidades de contratar a jóvenes que hacen innecesario que las empresas vayan a estas modalidades contractuales sanas”, lamentó la vicepresidenta, que censuró prácticas contrarias a las “lógicas económicas”, como dar de baja de la Seguridad Social a un trabajador un viernes para volverlo a dar de alta un lunes.

“¿Por qué hacen esto, si es antieconómico para ellos? Existe una cultura grabada a fuego en el país que se impone incluso a las lógicas económicas”, agregó. La sesión en la que participó la vicepresidenta reunió también al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y al secretario general de UGT, Pepe Álvarez, y a pesar de la cordialidad que presidió todo el debate, el líder patronal aprovechó para poner en contexto las menciones a la precariedad hechas por la vicepresidenta. Garamendi quiso subrayar que “la mayoría” de los empresarios “lo hacen bien”. “La gente a la que yo represento lo intentamos hacer bien”, insistió, y explicó que se suele centrar el foco en la iniciativa privada, donde el 25% de los contratos son temporales, cuando en el caso de las administraciones públicas este porcentaje se sitúa en el 34%.

“Siempre somos los malos de la película y tan malos parece que no debemos serlo”, dijo Garamendi, que reconoció que hay margen para mejorar la tasa de temporalidad en España. También recordó que en España han fallado tradicionalmente, no solo con el Gobierno de Sánchez, las políticas activas de empleo y que el SEPE coloca solamente al 1,5% de la gente. “Nos gastamos miles de millones en políticas que no funcionan. Necesitamos otros sistemas”, apuntó.

Más allá de su visión del mercado laboral, Díaz, Garamendi y Álvarez coincidieron en que España necesita cambiar su modelo productivo para lograr que la industria tenga un mayor peso y mejorar la formación, entre otras cuestiones. En esta línea, Garamendi subrayó que al menos el 20% del PIB del país debería corresponder a la industria, que es un sector que genera “empleos dignos y estables”, y “arrastra” la economía.

Hoja de ruta. Los expertos que analizan el salario mínimo interprofesional (SMI) entregarán hoy viernes a la ministra de Trabajo y Economía las conclusiones de su informe. Esta comisión, que se constituyó a finales de enero, ha realizado un análisis técnico para establecer la ruta que debería seguir el SMI hasta alcanzar, a final de legislatura, el 60% del salario medio en España, objetivo del Gobierno central y que es además el que establece la Carta Social Europea. La patronal española advirtió ayer de que no es momento de subir el SMI, pero los sindicatos aseguraron que es un objetivo irrenunciable.