El sector del automóvil, la segunda fuente de riqueza en el Estado español, y la primera industria de Euskadi, se planta ante la falta de medidas idóneas de la administración pública para ayudar a un mercado "en situación crítica" que cae, en datos de enero, el 51%, el doble que la media europea, hasta el punto que el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José Vicente de los Mozos, exclamó: "No vamos a permitir que nos quiten los coches de las calles".

El máximo dirigente de los fabricantes de coches reiteró el compromiso del sector con la descarbonización del parque automovilístico en el Estado pero se sumó a las voces que alertan de un futuro incierto para el segundo sector económico de España si se sigue dejando caer a una industria netamente exportadora.

La situación de crisis está llegando a tal punto que en el sector más que la adopción de ayudas concretas se limitan a solicitar que no se adopten o amparen más medidas antiautomóvil, como el no adaptar el impuesto de matriculación a la nueva norma de medición de emisiones, lo que ha encarecido los coches en enero; las restricciones al uso del vehículo, aunque sea eléctrico en las ciudades; la demonización de ciertas tecnologías como el diésel; el anuncio de posibles subidas fiscales a ciertos combustibles o las críticas a un sector que solo es el responsable del 12% de las emisiones.