- Tras el impacto que causó el anuncio de Alstom de retirar a Bombardier, compañía que ha adquirido hace poco, de la oferta que en consorcio con CAF eligió la operadora francesa RATP/SNCF para un contrato ferroviario por valor de 2.560 millones, las aguas parecen volver a su cauce. En primer lugar, porque la compañía beasaindarra comunicó que mantiene el compromiso adquirido en la licitación para construir 146 unidades de la línea RER B de París. Pero más importante si cabe fue la reacción de la propia operadora, que a última hora de la tarde colgó en su página web un comunicado en el que transmite tres ideas: su compromiso para llevar a cabo el contrato adjudicado y firmado; que la pretensión de Alstom de sacar a Bombardier de la adjudicación es "irregular" y que está organizando un encuentro la próxima semana con los representantes del consorcio CAF/Bombardier "para preparar la implementación" del proyecto.

Antes de conocer esta respuesta de la operadora gala, fuentes de la empresa guipuzcoana señalaron que se encontraban a la espera de las consecuencias que podría acarrear la decisión de Alstom que, en primera instancia, provocó el anuncio de RATP y SNCF de adoptar acciones legales. CAF, por su parte, comunicó su intención de mantener el plan, a la espera de un pronunciamiento de los contratantes.

La decisión de Alstom de retirar a Bombardier del consorcio con CAF encargado de construir 146 trenes de cercanías en París fue tomada en Francia como un paso más en la estrategia de "confrontación" del grupo galo. Así lo asegura entre otros la presidenta de la autoridad del transporte de la región Île-de-France, Valérie Pécresse, que denuncia la "estrategia absolutamente escandalosa de obstrucción de Alstom".

Alstom ya intentó a finales de 2020 paralizar el proceso, lo que los tribunales estimaron de manera parcial y le supuso más tiempo para presentar su oferta. El concurso se resolvió a mediados de enero en favor de la empresa guipuzcoana y Bombardier, que tiene una planta en la localidad vizcaina de Trapagaran.

Conocida esa decisión, Alstom la recurrió ante el Tribunal Contencioso-Administrativo de París con el objetivo de retrasar la firma definitiva prevista para el 25 de enero. En ese tiempo, Alstom ha pasado de ser una empresa en competición a convertirse en una de las dos adjudicatarias tras hacerse con Bombardier el 29 de enero.

Eso fue un viernes. El lunes, "la nueva dirección de Bombardier acaba de enviar el 1 de febrero de 2021 una carta a RATP/SNCF para realizar una solicitud de mediación, sin contar con su cocontratista CAF", cita elEconomista a fuentes de la Administración de Transporte de París. Es decir, Alstom quiere revisar el contrato.

Este pasado jueves se hizo pública la decisión de Alstom, que aseguró que la oferta que se llevó el gato al agua era "demasiado buena para ser real", en palabras del director general de Alstom, Henri Poupart-Lafarge, en una entrevista en Le Figaro, en la que descalificó a la propia empresa de Beasain y su propuesta técnica.

"Las condiciones técnicas y financieras de la oferta del consorcio Bombardier-CAF no se corresponden con los precios de mercado", aseguró Poupart-Lafarge, que incluso entró a señalar que "el ancho de los trenes no está a la altura de los estándares".

El grupo ferroviario francés también pujó por el contrato, por el que según distintas fuentes solicitó entre 500 y 600 millones más que la licitación definitiva de 2.560 millones.

De momento, Poupart-Lafarge se abre a debatir sobre las condiciones financieras y coloca la pelota en el tejado de la entidad licitadora: "Si la RATP no quiere discutir y el RER B llega tarde, será su responsabilidad y la de la región de Île-de-France, que tendrá que lanzar una nueva licitación".

La empresa pública Régie Autonome des Transports Parisiens (RATP) es, junto a la SNCF (la Renfe francesa) la responsable de gestionar la infraestructura y de llevar a cabo la licitación tras anunciar la oferta ganadora a mediados de enero. Apenas dos semanas después debía firmarse el contrato definitivo, que Bombardier no ha hecho una vez ha pasado a manos de Alstom.

CAF y Bombardier confirmaron su oferta definitiva el 4 de enero, según explicó RATP. Semanas después, entiende la operadora francesa, "Alstom se ha hecho cargo de todos los contratos y compromisos de Bombardier Transport a través de su adquisición".

En su comunicado, la empresa pública de la región parisina y SNCF rechazan las críticas técnicas de Alstom. La oferta de CAF y Bombardier "fue analizada de forma extremadamente rigurosa, movilizando toda la experiencia de ambas empresas".

Más aún, ambas sociedades públicas explican que "una empresa externa, reconocida e independiente llevó a cabo una verificación económica y financiera de la oferta antes de la adjudicación del contrato, que no concluyó en una oferta anormalmente baja", como critica Alstom.

Movilización. La RER B es la segunda línea de cercanías con más viajeros de Europa, al ser utilizada por 983.000 personas al día que elevan a 170 millones de pasajeros el cómputo anual. Su trayecto cruza la capital gala de norte a sur y permite unir en poco más de una hora, transbordo mediante, los dos aeródromos principales de París, Charles de Gaulle y Orly. Las asociaciones de pasajeros de esta línea, "la más degradada del RER", aseguran, ya han comenzado a movilizarse ante el temor de que esta batalla judicial suponga retrasos en la renovación de un servicio que entró en funcionamiento en 1977.