- La recaudación en Gipuzkoa cayó el año pasado un 7,7% como consecuencia, sobre todo, del impacto del COVID-19 en la actividad económica del territorio y un significativo descenso del consumo, según concluye el departamento foral de Hacienda y Finanzas, que cifra en 4.634,9 millones de euros los ingresos en las arcas forales, 389,2 millones por debajo del año anterior, 2019.

El retroceso es superior si se tienen en cuenta las expectativas marcadas por la Diputación de Gipuzkoa para el ejercicio. Los responsables forales tomaron como referencia un buen año 2019 y unas positivas previsiones de crecimiento para 2020 para fijar como objetivo recaudatorio más de 5.000 millones de euros. La aparición del coronavirus trastocó todas las estimaciones y, en materia recaudatoria, el territorio se ha quedado 502 millones por debajo, lo que se traduce en un descenso del 9,8%.

La portavoz del equipo de gobierno foral, Eider Mendoza, consideró ayer en la presentación de estos resultados que la diferencia de 500 millones es "una bajada muy considerable", pero advirtió de que podría haber sido mayor sin una respuesta eficaz desde los inicios de la pandemia.

Así, recordó que ya en abril la Diputación de Gipuzkoa realizó los ajustes presupuestarios precisos para afrontar los efectos de la paralización económica, mientras que meses más tarde, en septiembre, se celebró la Comisión Mixta del Concierto Económico donde se acordó que las entidades forales tuvieran capacidad de déficit en 2020.

Sin contemplar las previsiones realizadas para el pasado año, la recaudación final ha sido un 7,7% menor que la de 2019 en lugar de los 10 puntos de retroceso que calculó la Hacienda guipuzcoana, lo que fue considerado por Mendoza como una "noticia positiva".

La portavoz foral razonó que este mejor comportamiento refleja que "la actividad económica y el mercado laboral han aguantado mejor de lo esperado". A este respecto, recordó que hace pocos días se dieron a conocer los datos sobre las ventas de las empresas del territorio correspondientes al mes de noviembre, donde se registraron las mejores cifras desde el inicio de la crisis económica causada por la pandemia de coronavirus.

Además, destacó que el año pasado se benefició de los efectos de un 2019 "muy bueno". Los impuestos de ese ejercicio se pagaron en 2020, por lo que los ingresos se incrementaron, de manera especial los procedentes de la campaña de la renta que obtuvo, según Mendoza, "el mejor resultado de su historia".

A pesar de todo, la recaudación en Gipuzkoa se redujo significativamente en lugar de experimentar la subida estimada. Y lo hizo sobre todo por la caída del consumo provocada por una inicial paralización de actividades no esenciales como es el comercio, y por la incertidumbre que ha sembrado el COVID-19.

Esto se deduce de constatar que el IVA fue el impuesto más afectado en el retroceso generalizado de los ingresos en las arcas forales, con una caída del 14,1% que se traduce en 200 millones de euros. Este impuesto grava cualquier tipo de adquisición, por lo que su descenso apunta a que la sociedad guipuzcoana se retrajo de realizar compras.

Por el contrario, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) fue la única figura tributaria entre las principales que experimentó un incremento del 2,8%. Mendoza atribuyó este buen comportamiento, por un lado, a que 2019 fue un muy buen año, tal y como había señalado con anterioridad, y el pago de este impuesto se realizó en el ejercicio siguiente.

Una segunda razón reside en las retenciones de ganancias procedentes del trabajo, que cerraron en positivo. Este hecho demuestra, según la portavoz foral, que "el mercado laboral ha resistido mejor la crisis".

El mantenimiento de los puestos de trabajo contrasta con una actividad empresarial que se ha visto afectada de lleno por el COVID-19 y que ha llegado a reflejarse en los datos de recaudación correspondientes a 2020.

Así, el Impuesto sobre Sociedades ha tenido una evolución negativa y se ha cerrado con un descenso cercano a los 15 puntos. El retroceso en los ingresos percibidos por las empresas por unas menores ventas es una de las razones que explican esta evolución, pero no la única.

Eider Mendoza añadió que la Hacienda guipuzcoana realizó un fuerte esfuerzo para mantener la actividad económica del territorio, y una de las medidas fue acelerar las devoluciones por este impuesto a fin de que el tejido empresarial dispusiera de liquidez para hacer frente a las consecuencias de la pandemia.

Con todo, la caída recaudatoria de Gipuzkoa es inferior a la del resto de la CAV puesto que en Bizkaia el descenso fue el 10,9% mientras que en Álava fue del 10,5%.

2,8%

creció el IRPF, debido en buena medida al aumento de ingresos procedentes del trabajo, lo que refleja que el mercado laboral aguantó la crisis.

15,3%

es el porcentaje en el que cayeron los ingresos del Impuesto sobre Sociedades, relacionado con la actividad empresarial.

Campañas menos positivas. La portavoz foral consideró que las principales campañas que desarrolla la Hacienda de Gipuzkoa no tendrán en 2021 los mismos resultados positivos obtenidos el pasado año. Justificó esta afirmación en que 2020 contó con el beneficio de un 2019 muy bueno, que "no va a ocurrir en el presente ejercicio", lo que según indicó "va a influir directamente en nuestra recaudación tributaria presente".

Prudencia. La Diputación de Gipuzkoa aplicará la prudencia como máxima a lo largo de este año, señaló Mendoza. Añadió que "las incertidumbres son mayores que nunca, tanto las relativas a la pandemia como las que afectan a la economía en general".

Distribución. El reparto de los recursos obtenidos en 2020 por las diputaciones vascas se decidirá en el Consejo Vasco de Finanzas que se celebre a mediados de febrero.