- La batalla entre CAF y Alstom por el contrato del operador de transportes francés RATP, en relación a la elección del consorcio formado por la empresa vasca CAF y Bombardier como preferred bidder para el suministro de 146 trenes para la línea de cercanías RER B de París, operada conjuntamente por RATP y SNCF y que da servicio a la capital francesa siguiendo su eje norte-sur, puede no haber terminado porque Alstom no descarta seguir recurriendo en los tribunales de justicia. En esta partida, CAF, descarta ofertar por la fábrica alsaciana de Alstom en Reichshoffen, que la compañía gala tiene que vender para que la UE autorice la integración Alstom-Bombardier.

Aunque los trabajadores de Reichshoffen prefieren la oferta vasca a la del otro interesado, Skoda, porque ofrece más garantías técnicas y de mantenimiento de un mayor número de empleos, la dirección de Alstom no quería la entrada de CAF para evitar un nuevo competidor en su patio trasero francés.

Ahora, CAF, con el contrato parisino de nada menos que 2.560 millones de euros en la mano junto con Bombardier, se retira de la puja por la fábrica alsaciana dejando a Alstom, del que se dice que ha perdido el citado contrato de RER B porque su oferta era unos 500 millones más cara que la vasco-quebeçoise, en una situación complicada.

En todo caso, CAF se ha retirado, -salvo que forme parte de una maniobra de la negociación para mejorar las condiciones-, del proceso de compra de la fábrica que Alstom tiene en Reichshoffen y que las autoridades europeas le obligan a vender a cambio de dar vía libre a la adquisición del negocio ferroviario de Bombardier por 5.300 millones de euros, compra que se ejecutará el próximo 29 de enero y que puede afectar a la planta vasca de motorizaciones del fabricante de Quebec, en Trapagaran (Euskadi).

Este desinterés de la compañía vasca coincide con la adjudicación, el pasado 14 de enero, de un contrato valorado en 2.560 millones de euros para el suministro, junto con Bombardier, de 146 trenes de cercanías de París, un contrato que Alstom llevó a los tribunales sin éxito.

El 8 de enero, los sindicatos de la fábrica en venta se reunieron con la dirección de Alstom para conocer los detalles del proceso de venta y esta les trasladó que CAF “ya no parece estar interesada”.