- La caída en la recaudación de Gipuzkoa como consecuencia de la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus será menos pronunciada de lo esperado inicialmente, debido en gran medida a que los “muy buenos” resultados obtenidos en la campaña de la renta de 2019 frenarán este descenso, aunque de manera leve.

La Diputación de Gipuzkoa estimó que los ingresos en las arcas forales del presente ejercicio se reducirían un 20% como resultado del duro golpe que el COVID-19 ha asestado a la economía del territorio. Ayer, sin embargo, la portavoz foral, Eider Mendoza, adelantó que este descenso se situará por debajo de los 20 puntos porcentuales previstos.

Según señaló, las estimaciones de los responsables de la entidad foral apuntaban a que las repercusiones de la pandemia en la recaudación de Gipuzkoa “iban a ser enormes”, pero los positivos resultados de las campañas correspondientes a 2019 han variado esta percepción inicial porque reducirán en impacto.

El pasado mes de septiembre el diputado de Hacienda y Finanzas, Jabier Larrañaga, tildó de “exitosa” una campaña de la renta de 2019 que se cerró con un saldo positivo de 20 millones de euros lo que significó recaudar 37 millones más que el año anterior. La campaña correspondiente al Impuesto sobre el Patrimonio, por su parte, obtuvo unos ingresos de 67 millones de euros, tan solo superados en 2017.

Estas cifras llevan ahora a la Diputación de Gipuzkoa a considerar que las consecuencias de la irrupción de la pandemia de coronavirus en la recaudación del territorio “no van a ser tan altas como lo esperado”, según Mendoza, quien añadió que la información más completa y detallada se conocerá mañana, jueves, en la reunión del Consejo Vasco de Finanzas.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno foral aprobó ayer una serie de medidas en el ámbito fiscal para ayudar a reducir el impacto de la pandemia del coronavirus en el tejido empresarial de Gipuzkoa, que complementan las ya adoptadas en el inicio de la crisis económica.

Así, el departamento foral de Hacienda y Finanzas aplicará diversas exenciones en determinados casos contemplados todos ellos en el IRPF. Por un lado, las personas autónomas no se verán obligadas al pago fraccionado del tercer trimestre de 2020 y se aplica la exención del ingreso mínimo vital.

Del mismo modo, los contribuyentes que recibieron ayudas establecidas por el Gobierno Vasco en el contexto de la pandemia de COVID-19, como las relativas al alquiler o la recepción de bonos también están exentos de incluirlas en el IRPF.

Estas medidas, explicó Eider Mendoza, se han adoptado en coordinación con las diputaciones de Álava y Bizkaia y con el Gobierno Vasco y su objetivo es “seguir exprimiendo el instrumento de Hacienda para paliar el impacto de la crisis que ha provocado la pandemia de la enfermedad del COVID-19”.

En esta ocasión, las medidas fiscales excepcionales adoptadas tienen como finalidad “proteger a los colectivos especialmente afectados y, al mismo tiempo, ayudar a mejorar la situación de las personas contribuyentes que realizan actividades económicas”, explicó Mendoza, en alusión a que uno de los grupos de actividad que se verán beneficiados por estas medidas es el de los autónomos, cuya cifra prosigue en descenso tal y como informó ayer la patronal vasca Confebask.

“Las medidas se han tomado en colaboración con las Haciendas de Araba y Bizkaia y Lakua”

“Pretendemos proteger a los colectivos económicos especialmente afectados por la pandemia”

Portavoz del Gobierno foral de Gipuzkoa