DONOSTIA - El descenso del tráfico de vehículos a causa del COVID-19 ha acarreado en Gipuzkoa una caída de ingresos por cobro de peajes y cánones, de enero a agosto, del 27 % en la AP-8 y AP-1, y del 14,5 % en la N-I y A-15, respecto al mismo periodo de 2019, lo que supone casi 31 millones de euros menos de recaudación.

Los ingresos de las dos autopistas han sido durante los ocho primeros meses de este año de 80,5 millones euros, cuando el año pasado fueron de 110,4, y los del sistema AT de los tramos guipuzcoanos de la N-I y A-15, donde sólo pagan canon los vehículos pesados, de 5,9 millones, frente a 6,9 recaudados en 2019.

Pese a esta merma, "los tráficos se han ido recuperando" mes a mes y en septiembre ya "muestran un escenario estable", con un volumen que se aproxima al anterior a la pandemia, por lo que la sociedad foral Bidegi prevé poder cerrar el ejercicio 2020 con una disminución de ingresos amortiguada del 21 %, que compensará "echando mano" de 13,2 millones de "los ahorros" que tiene de años anteriores.

Así lo ha anunciado este jueves la diputada de Infraestructuras Viarias de Gipuzkoa, Aintzane Oiarbide, en una rueda de prensa que ha ofrecido en Donostia, junto al director de Bidegi, para dar cuenta de la influencia de la crisis sanitaria en la evolución de los tráficos y la recaudación de las carreteras de alta capacidad del territorio.

Oiarbide ha asegurado que "la sólida situación económica" de la entidad foral que gestiona las carreteras "permite afrontar" lo ocurrido "sin necesidad de modificar la planificación" del año, de forma que "se mantendrán" las inversiones previstas en conservación y mantenimiento, y no habrá tampoco problema para cumplir las obligaciones financieras.

En cuanto al volumen de los tráficos, tras "el comportamiento positivo" de enero y febrero, la declaración de la pandemia provocó "una fuerte caída", con una mayor incidencia en los vehículos ligeros, que llegó a descender un 85 % en los peores momentos, en torno al confinamiento ciudadano y la Semana Santa.

La repercusión fue "significativa aunque algo menor" en el volumen de camiones, cuyo tránsito por las vías guipuzcoanas de alta capacidad tubo bajadas de hasta el 42 % en el caso de los vehículos pesados tipo 2 (más de 12 toneladas), que son fundamentalmente los dedicados al transportes de mercancías de largo recorrido, y del 60 % en los de tipo 1 (de 3,5 a 12 Tn), que incluye autobuses escolares y turísticos, así como el reparto y distribución al sector comercial y hostelero.

Los tráficos no obstante se han ido recuperando gradualmente y la semana del 6 al 12 de septiembre la diferencia en los vehículos de gran tonelaje con respecto a los parámetros precovid-19 ha sido de solo el 1,2 % menos en la AP-8 y AP-1, y del -4,4 % en la N-I y A-15.

El tránsito de coches o ligeros se ha situado esa semana en el -11,1 % en las dos autopistas de peaje y el -5,8 % en las otras dos, bajadas "ligeras con respecto a una situación de normalidad" que Oiarbide ha atribuido a una menor movilidad ciudadana por "la influencia del teletrabajo", entre otros motivos.

La circulación de vehículos tipo 1, de pequeño tonelaje y dedicada al transporte de cercanía, es la más vinculada al consumo hostelero y comercial y "a la que más está costando recuperar la actividad", ha comentado la diputada, tras apuntar que la segunda semana de septiembre se ha situado en el -14,6 % en las dos autopistas y el -10,4 % en la nacional y la autovía a Navarra.

Oiarbide ha considerado que ahora "la situación general es positiva y estable", por lo que se ha mostrado "optimista, aunque desde la prudencia", para lo que queda de año y sobre todo para 2021, cuando confía en que no habrá "unas afecciones tan negativas".